Desde hace unos meses, el Fortín de los Jesuitas, una vieja estancia, conocida como una de las construcciones más antiguas de San Juan, está en el centro de la picota. Es que, fue comprado por privados que buscan demolerlo. Este viernes, la polémica ascendió, es que, con máquinas se derribó el 40% de las ruinas. Sin embargo, la jueza de Paz de Ullum, departamento en el que está el fortín, logró frenar provisoriamente esa obra. En este contexto, Jorge Cocinero, presidente de la Asociación Civil para la Conservación y Defensa del Patrimonio Sanjuanino dijo que es necesario que el Estado tome “participación urgente”.

El Fortín de los Jesuitas, es el único lugar en la provincia donde estuvieron los jesuitas, fue construido con adobones del 1800, razón por la cual tiene un valor arquitectónico único.

Este viernes, el bastión de esta orden religiosa, perdió el 40%. Es que, los propietarios comenzaron con la demolición, a pesar de que había una ordenanza municipal que prohibía eso. “Ellos, como propietarios, pueden hacer lo que quieran dentro del terreno porque no había ninguna orden que se lo prohibiese. Así que, en ese sentido, ellos estaban en regla, porque jamás el Estado se preocupó por declararlo como parte del Patrimonio de la Provincia”, dijo Cocinero, que está luchando contra esta demolición hace varios meses.

Dando más detalles de la demolición, Cocinero comentó que, por una orden de la Jueza de Paz, la obra se detuvo. Esto, también gracias a la presencia del intendente del departamento, Leopoldo Soler y algunos concejales.

“El Estado tiene que tomar participación urgente, deberá seguir la medida preventiva, que tome esto un fiscal y que realmente se le dé la valoración que tiene este lugar. Pero en primer lugar el Estado es el que tiene que tomar intervención rápida. Hubo mucha negligencia por parte del Estado. Entonces creo que hoy en día, tanto el Gobernador, Secretario de Cultura y el Director de Planeamiento tienen que defender este lugar”, concluyó.