Por el amor de una sanjuanina terminó cantando en la peatonal
Es oriundo de Rosario y se mudó a San Juan para casarse. Actualmente, deleita a los sanjuaninos con sus interpretaciones musicales.
Nicolás Fanela, un hombre de 67 años que dedicó gran parte de su vida a la música en su ciudad natal de Rosario, Santa Fe, nunca imaginó que encontraría una nueva oportunidad musical a través del amor y su mudanza a la provincia de San Juan.
"Hace 11 años vivo acá porque me casé con una sanjuanina. Yo vivo ahora en Capital y allá en Rosario desde chico empecé con la música. Tuve un conjunto folklórico y uno melódico. Habré tenido unos 20 años y después comencé a cantar en un coro polifónico de Rosario. Con ellos, viajamos por el país y en algunos países limítrofes como Paraguay, Uruguay, Brasil", expresó Nicolás.
Enamorado de una sanjuanina, Nicolas dejó todo detrás para estar con ella. Sin embargo, su pasión por la música nunca desapareció y después de años sin tocar su vieja guitarra, su esposa lo motivó a volver a ella. Ahora, todos los días, él toca su guitarra en la peatonal sanjuanina, llevando su música a quienes pasan por allí.
"Estuvimos unos siete años con el coro, hasta que se disolvió. Después conocí a mi esposa, me casé, me vine a San Juan y la música quedo en un segundo plano. Pero hará unos ocho meses, mi señora estaba limpiando, vio la guitarra y me dijo ´Toca esa guitarra, se va arruinar ahí y gracias a ella que me alentó me animé y me vine a la peatonal a tocar", indicó el músico.
Su presencia a afectado positivamente las calles del microcentro, las personas que transitan se detienen a escuchar lo que él interpreta y se han acostumbrado a su presencia.
"Me encanta verlo tocar aquí en la peatonal. Es una de las cosas que hacen de San Juan un lugar especial: personas como este señor, que comparten su pasión y alegría", dijo una empleada del comercio local.
Para Nicolas, tocar su música y compartirla con otros es el mayor regalo que puede recibir en su vida, según dijo a Diario 13. Ha encontrado una nueva vida y una nueva comunidad en San Juan, y su música es una forma alegre y amorosa de contribuir a ella. "Por suerte me va bien, me he ganado el cariño de la gente y estoy muy contentó", concluyó Nicolás