Por falta de presión, una escuela en Pocito pierde clases y los padres reclaman una solución
Madres y padres se reunieron en la puerta para pedir una verdadera solución al problema del abastecimiento del agua potable en donde asiste sus hijos.
Este miércoles temprano, en el departamento de Pocito, la comunidad cercana al Quinto Cuartel se movilizó en torno a un reclamo urgente. Padres de la escuela Gral. Mariano Acha se reunieron para exigir soluciones definitivas ante los problemas recurrentes con el suministro de agua en el establecimiento.
La escuela está ubicada en calle Vidart y callejón Echegara entre las calle 7 y 8. Según relataron los padres, la 'falta de presión en el suministro de agua', comunicado así por OSSE, afecta a tres zonas específicas que son la escuela del portero , el edificio de la escuela primara y el jardincito, lo que impide que el tanque de agua se abastezca adecuadamente. La solución temporal proporcionada por la municipalidad, que consiste en enviar un camión cisterna, resultó insuficiente, ya que "trae pocos litros".
La situación provocó interrupciones constantes en las actividades escolares. Los padres informaron que las clases no están garantizadas porque a menudo deben retirar a sus hijos a media mañana cuando el suministro de agua se agota. Una jornada escolar que debería durar de 8:30 a 16:30 frecuentemente se reduce a salidas a las 10 u 11 de la mañana. Una madre explicó la dificultad adicional que esto representa: "Lo que pasa es que hay madres que vienen en colectivos y para esos lados hay un solo colectivo y no pasa seguido".
Ante esta situación, los padres demandan una solución más eficiente. "El municipio trae agua, es una ayuda pero no la solución", explicaron preocupados, temiendo que la situación se agrave con la llegada del verano, cuando el consumo de agua aumenta.
Las autoridades escolares informaron a los padres que representantes del Gobierno, especialmente del área de Infraestructura y de OSSE ya visitaron la escuela y prometen hacer algo al respecto. Sin embargo, los problemas persisten y afectan directamente a unos 200 niños. La falta de agua no solo interrumpe las clases, sino que también impide que los niños puedan almorzar y merendar adecuadamente. "Hay chicos que a lo mejor lo único que comen lo toman acá y sin agua los porteros no pueden cocinar", explicó una mamá.
Además, la situación se considera insalubre, especialmente en relación con los baños y la higiene. "Esto es algo insalubre", destacó un papá indignado, subrayando la urgencia de encontrar una solución definitiva. La comunidad espera respuestas rápidas antes de que las altas temperaturas intensifiquen el problema.