La propina para los mozos siempre fue la voluntad del cliente para agradecer un servicio, nunca se exigió. Era más bien una costumbre. Desde el 2019 algunos café, hoteles, bares y restaurantes cambiaron el hábito y la empezaron a incluir en el ticket final de consumición como 'propina sugerida'. 

El presidente de la Cámara Hotelera y Gastronómica de San Juan Rubén Miadosqui explicó que 'no es obligatorio pagarla' y aclaró cuál es el porcentaje máximo que está permitido cobrar en este ítem: 'Ronda entre el 10% y 18%, no más, depende del total y cada local. Por ahora no hemos tenido denuncias sobre exceso en los cobros'. 

Hay comerciantes que lo aplican en la cuenta final y otros que lo dejan a consideración del cliente. Ojo porque algunos establecimientos utilizan estas estrategias con fines recaudatorios y no lo destinan a los mozos. En otros países del mundo la implementaron como obligatoria.

'Hay locales que tienen este sistema y otros que sigue con el método tradicional. Eso depende de cada dueño. Este dinero es destinado a los mozos', agregó Miadosqui. 

Alberto Platero, propietario de 'Mi Sandwich', explicó cómo trabajan en sus tres locales: 'La propina sugerida la tenemos incluida en el ticket. El máximo es del 10%, pero no la exigimos y el cliente la paga si lo desea. La gente generalmente no deja ese porcentaje, porque es un café y no están buenas las cosas hoy en el país'.

'Ese dinero va destinado a las mozas. Cada una se lleva lo que recaudó sus mesas. Antes recolectábamos el total de ese dinero extra y lo dividíamos entre todos. Ahora lo hacemos así para que no haya problemas entre ellos', manifestó el ex presidente de la Liga Sanjuanina de Fútbol.

Por otro lado el ex dirigente del Atlético Trinidad manifestó que en su establecimiento le 'pagamos $250 la hora a cada moza (trabajan solo mujeres), más la propina que ellos hagan. Hay días que las chicas se llevan cerca de $2500 por la jornada de cuatro o cinco horas'.

Alberto Platero contó un caso muy especial de un cliente que acude de forma habitual a Mi Sandwich. 'Acá viene un señor mayor de edad que siempre pide que lo atienda la misma chica. La piba es muy cariñosa con él, lo levanta, le acomoda la silla y lo saluda cuando se va. Ese hombre se siente contenido y esa atención vale mucho para él. Ve ese afecto y casi siempre le da una buena propina a la chica'. 

Después está aquellos jóvenes, 'que solo van a levantársela. le dejan una buena propina y si no le resulta no vienen más', contó Alberto Platero.