Mariela Villalba vive en Mendoza y comenzó con una conmovedora búsqueda. Ella quería ayudar a su hermano. De acuerdo con lo que comentó en las plataformas sociales que usó para su fin, él fue dado en adopción el 1951 y hace unos años tuvo el deseo de saber donde estaba su familia.

"Deseo conectarme con mi madre María Elvira Montes, mis abuelos maternos son Saturnino Montes y Ramona Casco. Son de Villa Maipú provincia de Mendoza", es el mensaje que publico en las plataformas Francisco. Esta publicación tuvo mayor visibilidad cuando su hermana Mariela tomo las riendas y ayudo.

Según la información recabada, Francisco fue dado en adopción cuando tenía apenas nueve meses. En 1951, su madre biológica, María Elvira Montes, trabajaba en una casa de familia en Morón, provincia de Buenos Aires. "Por razones que desconozco, después de darme en adopción, nunca más supimos de ella," comentó Francisco. "Posiblemente haya formado una familia. Tengo la esperanza de que viva aún. Quizás por este medio y con la ayuda de Dios, alguien pueda informarme", sumó.

Francisco, ahora un hombre mayor, anhela conocer a su madre y posibles hermanos. "La vida ha sido injusta con nosotros y las circunstancias nos separaron. Hoy solo tengo afecto para compartir," expresó, reflejando un profundo deseo de sanar heridas y construir lazos familiares.

Paralelamente, Mariela también inició la búsqueda del padre de Francisco, un hombre llamado Carlos Alberto Fernández, de San Juan.  "Tiene hermanos, una de ellas se llama Ana María Fernández y otro Antonio Fernández. Cumple años el 5 de agosto. Mi hermano es su hijo y lo busca para conocerlo o saber qué fue de él", dijo. 

Mariela y Francisco utilizaron las redes sociales como herramienta principal en su búsqueda, aprovechando la facilidad de conexión que ofrecen. "Encontramos a los familiares gracias a la solidaridad de la gente," comentó Mariela. "Aunque lamentablemente el padre de Francisco ya falleció, encontramos a sus tías, quienes lo aceptaron con mucho amor", sumó. 

A pesar de la tristeza de no poder conocer a su padre, Francisco encontró consuelo en el afecto de sus tías. "Está asimilando la realidad de que su padre ya no está. Aunque muchas preguntas quedaron sin respuesta, tiene la certeza de que un día se encontrarán en el cielo," compartió Mariela.