“Era una persona muy emprendedora, sociable, amiguera, le gustaban las juntadas, estar en contacto con gente, ir al Dique andar en bicicleta, estar todo el tiempo en actividades sociales”. Así era Romina Aguirre, según contó su hermana Celeste a Canal13.

Se trata de la joven de 32 años que fue hallada muerta en Australia y que ahora su familia busca repatriar para poder despedirse de ella. Para ello iniciaron una campaña pare reunir fondos. Necesitan un millón de dólares para poder traer sus restos a la provincia.

En medio del profundo dolor por su partida, familiares recordaron como era Romina. “Era una joven muy alegre, extrovertida, responsable y estudiosa”, dijo su prima Alejandra. “Ella estudió Hotelería y turismo, en la Universidad Católica de Cuyo. Luego de recibirse comenzó a perfeccionar su inglés, se capacitó y especializó en distintas provincias, entre ellas Mendoza. Sus primeros viajes fueron a Canadá, luego otros destinos, hasta llegar a Australia”, agregó.

En enero de este 2020, Romina viajó al país oceánico mediante una beca de Work and Holliday. La joven quería seguir aprendiendo y perfeccionándose en inglés. Le apasionaba conocer personas y valorar otras culturas comentaron sus familiares.

La joven era independiente, vivía en Melbourne, donde la mayor parte del tiempo estudiaba y la otra trabajaba en un restaurante italiano donde se desempeñaba en el área de la cocina. “A pesar de la pandemia, estuvo trabajando menos horas. También buscaba hacer otros trabajaos para mantenerse. A nosotros no nos pedía nada”, contó Celeste.

Antes de viajar a Australia trabajaba de encargada en un apart hotel de San Juan donde estaba en contacto con turistas de todo el mundo. Así logró cosechar amistades en diferentes latitudes del plantea que ahora están ayudando también a reunir fondos para que el cuerpo de Romina llegue a San Juan.

La última vez que la chica tuvo contacto con su familia fue el pasado sábado. Algunas horas antes de su muerte, Romina le mandó un video a sus padres en el que les comentó que estaba bien, tenía varios proyectos y pretendía quedarse un tiempo más en Australia.

Para la familia de Romina, su muerte fue un golpe muy duro. “Desde que nos enteramos fue todo muy loco, pero no podíamos paralizarnos. La situación requería estar muy presentes, buscar información, los medios, los trámites burocráticos que son necesarios. Hemos estado acompañados por familia, por amigos. Eso nos ha hecho encontrar la fuerza cada vez que quebrábamos. Mis padres son muy fuertes. Estamos muy dolidos pero lo único que queremos es recibirla, darle sepultura ya que no la vimos más desde enero. Es algo simbólico, pero que tiene mucha importancia para nosotros”, dijo Celeste Aguirre.