La Asociación de Mujeres Meretrices Argentinas (AMMAR) registró un aumento en la afiliación de hombres en lo que va del año, alcanzando 12 afiliados varones y 260 mujeres registradas. Mariana Canova, integrante de AMMAR, explicó que cuando comenzó el año fue el momento donde registraron el aumento de los hombres en el sindicato. Ya que el año pasado solo eran 4.  

Sin embargo, Canova dijo que este aumento no implica un crecimiento en la cantidad de trabajadores sexuales masculinos, sino una mayor toma de conciencia sobre la importancia de estar informados y protegidos en sus derechos.

"No es una cuestión de que haya más hombres dedicándose a la profesión, sino que ahora se animan a afiliarse para acceder a derechos y cuidados", señaló Canova. 

Además, afirmó que antes de la pandemia, muchos hombres trabajaban en la clandestinidad e independientemente, pero las restricciones sanitarias motivaron a varios a buscar respaldo e información sobre derechos laborales.

El sindicato ofrece beneficios como acceso a la salud, charlas informativas, métodos anticonceptivos y un registro oficial en el sector. No obstante, Canova destacó que el miedo al estigma social es aún una barrera. “Afiliarse implica un registro de identidad, y muchos siguen teniendo miedo sobre el qué dirán”, comentó.

Nuevas formas de trabajo sexual post-pandemia

La pandemia impulsó nuevas formas de trabajo, como el sexting (llamadas sexuales) y la venta de contenido erótico en línea. Estas modalidades, que incluyen videollamadas sexuales, permiten a los trabajadores obtener ingresos adicionales, con costos que rondan desde los $15.000 por hora

Según Canova, estas prácticas amplían el alcance de los trabajadores más allá de la calle, permitiéndoles generar ingresos en dólares y clientes internacionales.

Los precios varían según el servicio: algunos trabajadores cobran entre $15.000 y $25.000 por turno, mientras que las y los trabajadores VIP, que atienden a clientes con mayores recursos, cobran tarifas superiores a $50.000. 

Además del servicio sexual, algunos clientes buscan exclusivamente la compañía de un hombre o una mujer, pagando por su tiempo y compañía.

Crisis económica en la sede de San Juan

El aumento en la cantidad de afiliados llevó a AMMAR a necesitar una base sólida en San Juan para seguir respaldando a las y los trabajadores. Sin embargo, el cambio de gobierno nacional trajo una desfinanciación que afecta al sindicato. “Estamos con un conflicto económico, es decir, falta de pago de alquiler en la sede. 

Pero no vamos a dejar que todo el trabajo se pierda”, señaló Canova. Asimismo, aseguró que el Gobierno de San Juan colabora para mantener el alquiler y que la sede siga en funcionamiento.