Lo que hizo Domingo Faustino Sarmiento por la educación nadie lo puede discutir. El mayor impulsor del sistema educativo, creador de escuelas y promotor de la educación en el continente. La denominación de ‘El Maestro de América’ la tiene bien ganada. Pero qué ha de cierto en esa frase tan replicada en las distintas generaciones sobre que ‘Sarmiento nunca faltó a la escuela’.

Que con 5 años ya sabía leer es cierto, porque fue uno de sus tíos quien le enseñó eso que pocas personas conseguían y podían lograr en aquella época. Su madre, doña Paula también sabía leer y escribir. Era una gran ventaja para el pequeño sanjuanino que haría de la educación su designio.

Marcelo Lima, presidente de la Corte de Justicia y ex vicegobernador de San Juan, publicó el año pasado su último libro titulado ‘Sarmiento sin Prejuicios – De obrero minero a presidente de la Nación’, un libro que escribió por ‘la deuda que tiene que ver con la falta de conocimiento del personaje’ y por ‘los prejuicios: el prejuicio es un juicio anticipado, muchas veces negativo y otras veces no, pero sobre todo infundado y con Sarmiento pasa eso’, contó el autor.

Lima, sostuvo que el libro nació de la ‘necesidad de tomar el personaje con fundamentos históricos y una de las partes del título de la obra que es atractiva y novedosa, porque es la primera vez que tenemos un presidente que tuvo la capacidad de transitar por distintas fasetas laborales: fue obrero de viña, tendero, maestro y obrero minero de una manera muy especial, en una mina de plata en Chañarcillo, Copiapó’, explicó Lima, que agregó que ‘eso le permite a Sarmiento tener un panorama amplio de este tipo de actividades y conocimiento de la realidad del momento en cuanto a fines laborales y la posibilidad de progresar en la vida. Le da una mirada muy interesante que le sirvió para todo en la vida’.

Esa mirada profunda que llevó al cortista a indagar, conocer y desentrañar sobre la vida del destacado prócer, nos dejó una revelación y tiene que ver con la educación y la frase en mención acerca de que nunca faltó a la escuela.

‘Hablo de prejuicios porque se dice que Sarmiento fue un hombre que nunca faltó a la escuela. Claro, no faltó a la escuela porque no fue a la escuela, estuvo muy poco tiempo en la Escuela de la Patria, después se fue a San Luis, a San Francisco del Monte. En realidad tuvo algunos maestros como el cura Oro que se lo llevó a San Luis para que lo ayudara en la construcción de la escuela y también le enseño Latín y una forma especial de aprender idiomas que no la describe él’, reveló Lima.

Con ese tiempo en la Escuela de la Patria, donde fue compañero de Antonino Aberastain, quien luego sería su mejor amigo, sumado a la enseñanza de su tío cura José de Oro, fue suficiente para que Sarmiento luego terminase sabiendo Latín, Francés, Italiano e Inglés, además del castellano.

Parte de esto y más relevaciones que dejó Marcelo Lima acerca de su investigación sobre la vida y obra del sanjuanino que fue presidente de la nación, las podés ver en el video que acompaña esta nota.