Este jueves se celebra el Día del Trabajador Vitivinícola por disposición del convenio colectivo firmado en 1991 en Mendoza, cuyo artículo 26 declara al 1° de febrero como festivo para quienes trabajan en viñedos y bodegas. Parte de la celebración del día, en esta nota se acoplaron algunos datos para tener en cuenta acerca de lo que significa el trabajo en este sector, y de la cantidad de puestos que genera por su variada productividad vitivinícola.

La rica historia vitivinícola de San Juan se remonta al siglo XVII, con viñedos provenientes de Chile. Desde entonces, la provincia ha experimentado un florecimiento de la industria, marcado por el rescate de viñedos añosos y el desarrollo de terruños diferenciados, como los valles de Pedernal o Calingasta.

La provincia de San Juan se destaca como líder nacional en el sector vitivinícola, abarcando desde la producción de uva en fresco, pasas, mosto hasta la elaboración de vinos. Según el Observatorio Vitivinícola, por cada 100 hectáreas cultivadas, el complejo uva emplea a 72 trabajadores, destacándose frente a otros cultivos como la soja y el maíz.

El informe revela que San Juan y Mendoza generan el 80% de los empleos en el sector vitivinícola a nivel nacional. Además, la provincia encabeza el ranking de diversificación del complejo de la uva, con un 70,6% destinado a variedades para la elaboración de vinos y/o mosto y un 29,3% para uvas frescas y/o pasas.

La variedad Cereza es la más cultivada, representando el 24,5% del total de la vid, seguida por Flame Seedless (11,5%), Malbec (6,9%) y Syrah (5,1%). El aumento en la superficie de cultivo se refleja en variedades como Flame Seedless, Fiesta, Malbec, Aspiran Bouschet y Pinot Gris.

En cuanto a la superficie total de vid, registrada hasta diciembre de 2022, alcanza las 41,279 hectáreas distribuidas en 4,478 viñedos, destacándose el departamento de 25 de Mayo como el de mayor superficie cultivada.