Sequía extrema: el flagelo de las 7 vertientes de la Virgen de Lourdes en La Laja

El terremoto del pasado 18 de enero en San Juan sigue dejando efectos colaterales. Esta vez le tocó a un lugar emblemático del turismo religioso de San Juan. Las 7 vertientes de la Virgen de Luordes se secaron completamente después del movimiento telúrico y todavía no hay rastros del agua con propiedades minerales que atraía a miles de fieles.

“Hubo un terremoto en Chile hace unos años y pasó lo mismo que ahora. Se secaron todas las vertientes y tardaron casi 45 días en volver”, comentó Mario Aballay, el administrador del paraje religioso a Canal 13.

El hombre cree que la sequía actual tiene que ver con una réplica “muy grande” del sismo de 6.4º que sacudió a la provincia a comienzos del año. “Para esta época normalmente salía agua por todos lados. Hoy está completamente seco. Todo producto de los terremotos”, aseguró.

La zona es conocida por muchas personas que llegan con fe en busca del agua de las vertientes. Se trata de una zona llena de minerales y misticismo que rodea una tradición religiosa de la provincia.

Aballay, recordó que la primera vez que se secaron las vertientes con el terremoto de Chile, tardó unos 45 días en volver a salir agua. Sin embargo, ahora la sequía lleva más tiempo y desconcierta a propios y extraños.

“Estamos esperando la agüita porque con la pandemia y todo eso viene gente a buscar agua y no hay. Yo hice una pileta con agua de reserva y la gente busca el agua. Muchos llegan motivados por la fe y el agua. Luordes en Francia y el agua son fundamental para el enfermo. Acá vienen con esa misma misión y ganas de pedirle a ella y llevar agua. A bendecir el auto o cualquier cosa con el agua del lugar”, comentó el administrador.

En medio del desconcierto, crecen los rezos en el lugar para que vuelvan a surgir las vertientes y reactivar el movimiento de fieles.

Sin embargo, este no es el único flagelo que atormenta al paraje de la Virgen de Lourdes en La Laja. El vandalismo es también un problema al que buscan darle una solución. “Hay una alcancía de la gruta, pero la gente se lleva el dinero. En todo el lugar, donde está el deposito, sillas y cosas que ha traído la gente, los vándalos rompen candados, puertas y se llevan las cosas. En la noche no vive nadie acá y esto queda solo”, dijo Mario Aballay.

“Alguien tiene que cuidar. Lo estamos cuidando entre todos, pero falta la otra parte. Todo lo que hay acá lo hicimos con la ayuda de la gente”, mencionó el hombre. Además, comentó que por el momento han cesado las construcciones y mejores en el predio producto de la pandemia.

Mario Aballay comentó que el paraje no recibe ayuda ni subsidios por parte del Estado ni organizaciones. Solamente los camiones de la Municipalidad de Albardón llevan agua en camiones para los baños y regar las calles, según el testimonio del hombre.

“Esto lo tienen que tratar en el Concejo Deliberante porque este es el espejo de Albardón y por ahí faltan cosas. Para que se agrande necesitamos el apoyo del gobierno. La parte eclesiástica también vendrá, pero es lo que está faltando”, concluyó.