Sin aulas ni baños, estudiantes de la Escuela de Música en la calle
El espacio dependiente de la UNSJ tuvo que ser desalojado por la instalación de la obra cloacal. "Estamos llevando esta situación a manotazos de ahogado" dijo Aida del Cid, directora del coro preuniversitario en Banda Ancha.
La Escuela de Música sigue sin tener un techo, ni siquiera de caña. A partir de los constantes reclamos que se realizaron ante la Secretaría de Obras de la Universidad Nacional de San Juan, entidad de la cual depende, comenzó el trabajo de obra para las nuevas aulas... pero también empezó el caos. En este marco, alumnos y docentes tuvieron que ser desalojados, nuevamente, por comenzar el trabajo de obra cloacal, algo que ya causa hartazgo en la comunidad universitaria.
"La escuela de música no está en condiciones de estar trabajando, por los riesgos que implica estar en una obra, sobre todo por los baños, clausuraron los baños por arreglos y pusieron dos baños químicos. Ha quedado un espacio muy reducido", señaló Aida Del Cid, directora del Coro preuniversitario de la UNSJ, en Banda Ancha.
Para paliar esta situación, distintas instituciones han prestado un espacio, entre ellos el Teatro del Bicentenario, el Auditorio Juan Victoria, el Museo Agustín Gnecco y hasta se habla de ocupar una vivienda que la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes tenía destinada para chiquitos de la misma escuela. "Realmente agradecemos la colaboración, tiene la buena onda de prestarnos las instalaciones, pero esta situación genera mucho estrés, los chicos tienen que caminar mucho para tomar una clase e incluso les han intentado robar varias veces", señaló la docente.
Sin saber que va a pasar en el futuro, Del Cid entiende que el tratamiento que le da la casa de altos estudios a este problema es desprolijo y grosero. "Lo feo de esto es que comenzaron las obras sin aviso previo, sin una logística de dónde íbamos a ir a parar, de qué íbamos a hacer. Nos dijeron que hay 60 días de obras, vamos a tratar de terminar el año como podamos", cerró la directora.