Thomsen rompió el silencio: "Jamás en la vida tuve intenciones de matar”
El principal acusado de la muerte Fernando declaró en el juicio, donde además pidió disculpas y aseguró que se trató de una pelea en la que él "repartió patadas y piñas".
El principal señalado por el asesinado de Fernando Báez Sosa en el verano del 2020, Máximo Thomsen, se quebró esta tarde duran el proceso de enjuiciamiento: "jamás tuve intención de matar", además pidió disculpas y aseguró que se trató de una pelea en la que él "repartió patadas y piñas".
De acuerdo con su relato, dijo que había ido al Le Brique luego de haberse "mamado" en la costa, con otras personas y que cuando estuvo en la barra del lugar, hubo algunos empujones. Según dijo, en ese momento un amigo lo empujo y lo tiró al piso sin querer, cuando lo vio tenía un chicho, cuando la seguridad del local lo levanta y ordena que los saque a los dos del local.
"Me empiezo a correr y preguntó por qué querían sacarme a mí, me cruzan el brazo y sentí una presión muy fuerte, me asuste y me llevé las manos para tratar de evitar que me asfixiara, escuché que decían llévenlo a la cocina que lo cagamos a palo”, recordó, tras lo cual que fue sacado del lugar.
“Yo quería entrar de nuevo, mi amigo me dice dejá no te preocupes. Veo a un amigo que estaba en una ronda con gente desconocida y salgo corriendo detrás de él, y apenas me meto siento que me pegan una piña en la cara y reacciona tirando patadas nose a quien nose como, una patada, dos, jamás en la vida tuve intención de matar a nadie porque vengo escuchando todos los días que yo organicé, que soy líder. Era una persona contra muchos”, acotó.
La fiscalía cuestionó lo que Thomsen calificó como una “pelea” a lo que el imputado seguía insistiendo en ese término. “¿Dónde vio una pelea?”, le cuestionó el representante del Ministerio Público Fiscal.
”Reconoce a la persona que está caída”, le preguntó el fiscal al exponerle un video que se ve a Fernando Báez Sosa tirado en el piso: “Sé que es la víctima”, respondió Thomsen.
Así, el fiscal García le preguntó “¿qué hizo usted?”, y Máximo Thomsen dijo “pegué una patada o dos, no sé a quien le pegué”. Retrucó la fiscalía ¿le pegó patadas a esa persona tirada en el piso?”, a lo que el imputado cerró: “Nosé”.
La fiscalía insistió con proyectarle varios videos y le pidió a Thomsen que se identifique el lugar en el que se ubicaba él, y qué describa la situación, esto es cuando le pegaron a Fernando Báez Sosa. Todo el tiempo, el rugbier aclaraba que sólo iba a responder preguntas sobre él y no lo que hiciera referencia sobre las demás personas imputadas.
“No tengo buenos recuerdos de ese momento, recuerdo que ví un poco de gente y uno de mis amigos yendo al lugar y fui a meterme porque había mucha gente”, insistió una y otra vez Thomsen.
Según contó, luego de lo que sucedió se fue porque no iba a quedarse a que lo agredan: “Llegué primero a la casa, me puse ropa cómoda porque tenía la camisa rota, me cambié y esperé, y cuando llegan los demás, empezaron a comentar de la pelea y a lo último llega otro de los chicos y dice que creo que termino mal, y yo le dije capaz te estas confundiendo con otra pelea, si fueron segundos. No sé quien me dice de ir a comer, y agarré con Lucas y fui a Mc Donalds, volví y me dormí”, resumió sobre aquella madrugada del 18 de enero del 2020.
“¿En algún video de las doce jornadas de juicio vio algún video en que le hayan pegado a usted?”, le insistió el fiscal Juan Manuel Dávila, a lo que Máximo Thomsen, escueto: “No lo advertí”.
Luego tomó la palabra el querellante Fernando Burlando y Thomsen rápido, reaccionó: “No me siento cómodo respondiendo preguntas a una persona que me insultó mientras estuve detenido, insultó a mi mamá y no me siento cómodo respondiéndole. A la parte no quiero responder”.
Tras haber hecho cuatro preguntas y Thomsen aclarar que no le iba a responder, la presidenta del Tribunal insistió al imputado sobre si quería o no seguir declarando: “No voy a responder”, cerró el interrogatorio.
La declaración sorpresiva de Thomsen tuvo lugar luego que su madre Rosalía Zárate testificara y a él le provocara llanto, a tal punto que sus abogados le alcanzaron pañuelos y los agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense le sirvieron un vaso de agua. Él con sus manos una y otra vez limpiaba sus ojos lleno de lágrimas.
Fuente: Noticias Argentinas