Elías pasó una de las semanas más difíciles de su vida. Pasó de ser un niño hiperactivo, de 10 años, a un paciente con diabetes insulinodependiente. Así lo señaló Rubén Guzmán, su papá, a Canal 13.

Todo comenzó los primeros días de octubre. 'Elías es muy compinche mío. Íbamos a caminar, a pelotear para que no esté quieto. De un momento a otro notábamos que no levantaba. Estaba afligido. Lloraba, estaba solo, pedía ir a la escuela', comenta Guzmán.

Pasaban los días y el niño decaía. 'Pasó a perder gotas de orina cuando él ya tiene 10 años y no era frecuente, además se puso anémico. Son alertas que no pudimos dejar pasar y lo tuvimos que llevar a que lo revisaran. Teníamos turno para el lunes próximo, pero el sábado (3 de octubre) previo ya decidimos llevarlo a una guardia', comentó.

Desde el Sanatorio Argentino confirmaron que el niño padecía de un cuadro de diabetes. Guzmán comentó que al medirle los niveles de azúcar, Elías tenía 470. 'Allí los médicos nos indicaron que tenía diabetes por estrés emotivo, se le sube el azúcar cuando se deprime. Y todo esto lo generó el encierro de cuarentena', dijo, y agregó que pudo ser peor: 'nos dijeron que podría haber tenido daños neurológicos, ya tenía algunos daños en el páncreas y los riñones'.

Tiene 10 años y le diagnosticaron 'diabetes emotiva'

El niño pasó 4 días en terapia intensiva hasta que fue estabilizado. Luego, fue trasladado a una sala común, donde estuvo hasta el viernes 9 que fue dado de alta. 'Hoy, la pandemia no me dio un caso de Covid-19, pero me dio un hijo con diabetes, con la que también debo aprender a convivir', aseveró.

Tiene 10 años y le diagnosticaron 'diabetes emotiva'

Por su parte, Elías comentó ante esta pantalla que sufre de nostalgia por lo más dulce de la niñez: los caramelos. 'Todo eso es lo que ahora ha cambiado y tiene que ser diferente, tengo que comer completamente sano. Solo espero ver a mis compañeros', concluyó.