La capital de San Juan fue el epicentro de los festejos después de que Argentina ganara el campeonato de la Copa América. Sin embargo, la plaza principal amaneció casi desierta y sorprendentemente  casi limpia, en comparación con celebraciones anteriores.

A diferencia de otras ocasiones, hubo una notable disminución en la cantidad de residuos, especialmente de envases de alcohol, que en otros eventos solían ser mucho más abundantes. 

“No hay mucho que limpiar", comentó una de las mujeres a cargo de la limpieza de la plaza. "Normalmente, esperábamos encontrar la plaza más sucia, pero gracias a Dios hay poca basura”, comentó una trabajadora de limpieza. “Nos dijeron que las personas que salieron a festejar también ayudaron a limpiar un poco. Estamos muy contentos y felices, así que estamos poniéndole mucha energía a la limpieza de hoy”, agregó.

El ambiente de alegría y celebración se vio complementado por el civismo de los fanáticos, quienes demostraron que se puede festejar sin dejar huella negativa en la ciudad. Este comportamiento fue aplaudido por los trabajadores de limpieza, quienes se mostraron agradecidos por la colaboración de los ciudadanos.