El 2 de mayo del año 2018 un efectivo policial que cumplía sus funciones en la comisaría 1era, presentó un certificado de franco de servicio. Sin embargo el uniformado que recibió el documento detectó una irregularidad en la firma que supuestamente pertenecía al jefe de la dependencia policial. Finalmente se descubrió que efectivamente era una falsificación y lo despidieron.

Se trata del agente Luis Antonio Castillo quien presentó un certificado para poder faltar a su trabajo. El mismo fue recibido por el inspector Juan Ricardo Soria quien se extrañó al ver una firma. La misma debería haber sido del jefe de la comisaría 1era pero él no logró reconocerla ya que estaba escrita de otra manera.

Frente a esta situación se abrió un informe desde la seccional 13era, el cual fue remitido al comisario de la 1era. Esta autoridad dio origen al inicio de una causa administrativa por una potencial adulteración de un documento y falsificación de la firma de un superior.

Cuando se inició la investigación Castillo dijo que tras trabajar un mes en el barrio Gendarmería llevó los documentos donde figuraban sus adicionales a la comisaría 13era. Sin embargo aseguró que tanto dicha documentación como el certificado de franco no estaban firmados.

Finalmente todo concluyó al obtener el resultado de un examen pericial realizado por el Laboratorio Forense. Los trabajadores de dicho establecimiento expresaron en el Boletín Oficial que: "Se indica que las firmas dubitadas contienen elementos gráficos homogéneos a los efectos de aunarla a la génesis escritural del ciudadano Luis Antonio Castillo".

Debido a todas estas pruebas se determinó aplicar la cesantía como sanción en este caso. Esto quiere decir que queda permanentemente fuera de la fuerza, pero tienen la posibilidad de que se computen los aportes realizados.