Una familia destrozada. Una vida que se perdió. Y un reclamo que realizan en Valle Fértil por un presunto mal diagnóstico que le dieron a una mujer que terminó falleciendo producto de un traslado que no habría sido a tiempo.

Johana Guzmán de 35 años, llegó al hospital de San Agustín el lunes 30 de octubre a las 10hs con un cuadro delicado. Los diagnósticos que le realizaron el lunes por la mañana y el mismo día por la tarde, fue de un supuesto problema cervical. “La dejaron en observación en la mañana y en la tarde, dos médicos distintos”, dijo Marcelo, su pareja, quien agregó que “a ella no le habían hecho análisis el día lunes, sino recién lo hicieron el martes, cuando tenía dolores de cabeza muy fuertes, se encontraba débil. La médica que le pidió los análisis tomó la decisión de inmediato de trasladarla porque el cuadro era grave”, hecho que sucedió sobre las 18 horas del martes.

Cuando llegó al Hospital Rawson, “su cuadro era súper delicado. Se le había roto una arteria en la parte del cuello, algo provocado desde el día lunes. Los médicos en el Rawson le detectaron un aneurisma que había sucedido el día anterior”, dijo Marcelo.

La situación es que Johana, una mamá de 4 hijos de 12, 13 años y 2 gemelos de 8 años, se encontraba internada en el Hospital Rawson, con un diagnóstico de aneurisma, con un derrame cerebral y con horas perdidas de una atención correcta e inmediata, entre los diagnósticos errados del lunes y la atención del martes.

En el Rawson permaneció en terapia intensiva durante 4 días hasta que fue intervenida quirúrgicamente el sábado 4 de noviembre y el domingo 5 terminó perdiendo la vida, algo que sólo la ciencia podrá arrojar si el tiempo perdido podría haber cambiado el destino de esta joven vallista.

Los familiares y personas allegadas a Johana reclaman por una mejora en la atención, tanto en el capital humano como en el equipamiento de un hospital a 250 kilómetros de la Ciudad y que parece no estar preparado para recibir casos de urgencia, al menos en neurología.