"No tengan miedo de recorrer el camino de la fraternidad y de construir puentes entre las personas y los pueblos, en un mundo en el que se alzan todavía tantos muros por miedo a los otros", animó el Pontífice este sábado a una delegación de obispos franceses.

"Ustedes sirven a una auténtica cooperación entre las Iglesias locales y los pueblos, oponiéndolos a la miseria y operando por un mundo más justo y fraterno", resaltó durante el encuentro en la sala Clementina del palacio Apostólico del Vaticano.

A través de sus iniciativas, sus proyectos y sus acciones hacen visible una iglesia pobre y para los pobres, una Iglesia en salida que se hace vecina a las personas en estado de sufrimiento, de precariedad, de marginación y de exclusión", agregó Francisco en línea con los principios rectores que expresó en su Exhortación Apostólica de 2013, Evangelii Gaudium (La alegría del Evangelio).

Durante la reunión, el Pontífice animó también a la delegación gala a "estar al servicio de una iglesia" que, entre otras obligaciones, tenga en cuenta "el cuidado de la casa común", retomando los principios rectores de su Encíclica de 2015 Laudato Si' (Alabado seas).

En 2016, al regreso de su viaje pastoral a México, el Pontífice ya había marcado que, en su opinión, "alzar muros no es de cristiano".

TELAM