Día de los Muertos, mirá que oraciones se recitan este día
En las jornadas especiales para recordar a los seres queridos que ya no están, te contamos cuales son las oraciones que recomiendan.
El Día de Todos los Santos y el Día de los Muertos tienen sus raíces en México, aunque actualmente también se celebran en otros países de América Latina y en algunas partes del mundo.
Esta conmemoración tiene lugar el 1 y 2 de noviembre, días que se dedican a distintos grupos de difuntos. Según el calendario católico, el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, está dedicado a los "muertos chiquitos" o niños, mientras que el 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos, se destina a recordar a los adultos fallecidos.
Durante estos días, los creyentes honran a sus seres queridos con altares llenos de fotos, música, danzas e historias, elementos que, según la tradición, mantienen vivas sus almas. También es común rezar en memoria de los difuntos, expresando así el vínculo que perdura entre ellos y los vivos.
Oraciones para hacer en el Día de los Santos y Día de los Muertos
El sitio Catholic.net menciona algunas oraciones para hacer en esta ocasión.
Oración los fieles difuntos
¡Padre Eterno, soberano Dios! Envía a tus ángeles a sacar del purgatorio a esta alma por quien es mi intención rogar; te suplico la lleves a tu gloria, y os pido Señor que la parte que falta de satisfacer por sus culpas, la perdones por los méritos de las penas de tu Hijo, mi Señor Jesucristo. Os ruego mi Creador misericordioso, no seas riguroso en mi juicio y no nos dejes caer en la tentación, librándonos de todo mal. Amén.
Oración a las ánimas
¡Dios salve a las ánimas cristianas! Jesucristo que nos redimió con su preciosa Sangre, tenga por bien librarlos de sus penas y darles lugar y asiento entre los coros de los ángeles, donde se acuerden de nosotros, y supliquen a Dios que nos lleve junto a Él para ser coronados en el Cielo. Amén.
Oración por las almas
Señor mío Jesucristo, que no viniste a perder, sino a librar las almas de los hombres, de quienes te constituiste remedio y libertad dando tu vida por su rescate; humildemente imploramos tu clemencia y misericordia inefables, para que te apiades de todas las almas de los fieles difuntos que son atormentados en las penas del purgatorio, a fin de que las que justamente son por sus pecados afligidas, sean por tu benignidad perdonadas, pues las has redimido con tu preciosa sangre, consigan por los méritos e intercesión de la Santísima Virgen María y de todos tus Santos, que las liberes de las penas que sufren y las lleves a la gloria, donde te alaben y gocen por los siglos de los siglos. Amén.