El nombre de la victimaria es Marissa Mowry, y ha sido sentenciada éste miércoles a 20 años de prisión por haber violado a un menor con el que trabajaba de niñera, en Florida, Miami. 

Las investigaciones dicen que ésta mujer comenzó con los abusos hacia el chico cuando él tenía tan solo 11 años, y ella 22. 

Lo siguiente fue el embarazo de Marissa, quien en un principio mantuvo como secreto quién era el padre, pero eso duró pocos meses, ya que el muchacho no pudo callarlo y le dijo a su madre que el bebé era de él. 

La mujer fue detenida en 2017 y enfrentó cargos de agresión sexual infantil agravada. Al parecer, no tuvo problema con asumir la responsabilidad de sus actos y durante el juicio permaneció en silencio y aceptó la condena.