Todo ocurrió al comienzo de semana en un crucero llamado "Allure of The Seas", de la compañía Royal Caribbean International. Una mujer pasó al otro lado de la barandilla del balcón para hacer una sesión de fotos muy peligrosa y fuera de lugar, mientras que un hombre le tomaba las fotografías. Un pasajero presenció todo, y fue a presentar la queja con el personal de seguridad del crucero. 

Una vez identificados los involucrados, fueron desembarcados en un puerto de Jamaica y les prohibieron viajar con la compañía de por vida, ya que la misma tiene estrictas reglas relacionadas con la seguridad, los pasajeros no pueden pararse, sentarse o treparse en las barandas protectoras del crucero.