A la vera de la ruta, camino a la Difunta Correa, la temperatura es de 44 °C. Sin embargo, esto no bajoneó a los sanjuaninos entusiastas de la Vuelta a San Juan. Y para esperar la pasada de los ciclistas, más de uno se hizo un asadito al costado del camino, bajo el sol. 

La organización de la competencia monitoreaba la seguridad del evento y con el uso del camión hidrante procedió a apagar eficientemente todo rastro de brasas que pudieran haber quedado encendidas. Es que los incendios forestales están a la orden del día y es mejor prevenir que curar. 

Y de paso, los bomberos debieron apagar el otro fuego: el interior. Con los brazos en alto, los entusiastas de la Vuelta pedían a gritos que los chayaran. Así es que los oficiales debieron cumplir con el servicio y darle una "refrescadita" de magnitud.