BRASIL 2014
Con sabor a poco, así fue la fiesta inaugural del Mundial
Costó 9 millones de dólares. El despliegue coreográfico, de vestuario y escenografía, pareció tibio ante un Corintians Arena semi-vacío y con el murmullo constante de los asistentes. GALERÍA DE IMÁGENES.
(INFOBAE) Con una fiesta inaugural que arrancó a las 15:15 en el estadio Arena Corinthians de San Pablo y ante muy poca asistencia de público, el Mundial de Brasil se puso en marcha esta tarde a la espera de que a las 17 se juegue el partido inicial entre el seleccionado local y Croacia.
La fiesta duró sólo 26 minutos, convirtiéndose así en la más corta de la historia, y no contó con discursos oficiales; tanto la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, como su par en la FIFA, Joseph Blatter, optaron por no dirigirse al público por el temor a ser abucheados ante el descontento social y luego de las muestras de repudio que ambos recibieron en la apertura de la Copa Confederaciones.
El cierre de la ceremonia estuvo a cargo de Jennifer López y Pitbull, quienes vestidos de los colores nacionales de Brasil, verde y amarillo, interpretaron el himno oficial de la Copa del Mundo antes del partido inaugural del torneo.
La patada inicial estuvo a cargo de un joven parapléjico que llegó en su silla de ruedas hasta el centro de la cancha y se montó luego en un exoesqueleto biónico, que incorpora los últimos avances de la robótica y que fue diseñado por 156 científicos, para llegar caminando hacia la pelota y dejar inaugurada la cita.
La vedette de la ceremonia fue una pelota gigante de LED, que se movió durante todo el show. "La pelota viva", como la llaman, fue construida con unos 90 mil clústeres y siete mil nits de luminosidad.
El director a cargo del espectáculo, Daphné Cornez, había anunciado en conferencia de prensa que la apertura sería una gran sorpresa para el mundo: "Será un homenaje a Brasil y a sus tesoros: la naturaleza, la danza y el fútbol", dijo, pero el acto fue sin dudas decepcionante.
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