(TÉLAM) "Lo dimos todo hasta que nos aguantó el físico, pero nos sobraron cinco minutos. El dolor es inmenso, porque queríamos llevar la Copa otra vez para Argentina", indicó el rosarino.

"Hoy nos vaciamos, dimos todo, y por eso estoy orgulloso de lo realizado, pero también consciente que no alcanza solamente con el reconocimiento", destacó.

Tras remarcar que este "dolor va a durar de por vida", el volante de Barcelona refirió que la tranquilidad con la que se quedó es por "haberlo dado todo, porque no había más. Pero no tuvimos la cuota de suerte en una final", admitió.