¿Cuántas veces pensaste en tomar pequeñas iniciativas como dejar el teléfono en tu casa o meterlo en el bolso y no sacarlo hasta la noche? Muchos fantaseamos con esta posibilidad pero el día que sí nos olvidamos del teléfono sentimos que nos estamos perdiendo de todo. Es por eso que Nick Fitz, un investigador en comportamiento de la Universidad de Duke en Estados Unidos, está estudiando maneras de mejorar las notificaciones de los celulares para hacerlos menos recurrentes. Según su equipo, una persona promedio recibe entre 65 y 80 notificaciones por día.

Si bien el estudio todavía no fue publicado, los investigadores presentaron un avance en una conferencia de la Asociación de Psicología de Estados Unidos. En su estudio, analizaron cuatro grupos durante dos semanas. Al primer grupo le pidieron que revise su celular normalmente; uno recibió un montón de notificaciones cada hora, otro recibió tres paquetes de notificaciones que estaban programas y el último grupo apagó todas las notificaciones. Los investigadores notaron que tener notificaciones todo el tiempo provocaba la misma desesperación que no tener ninguna durante todo el día. El ganador fue el grupo que recibió tres paquetes de notificaciones durante el día.

Por qué nos estresan tanto las notificaciones

El objetivo de los investigadores ahora es crear un sistema que permita mandar estos paquetes de notificaciones en los mejores momentos para que los efectos de estas interrupciones no sean tan disruptivas. Así es que la empresa Synapse va a lanzar una app llamada Daywise que va a permitir regular y personalizar estos paquetes de notificaciones.

Pero, ¿por qué vivimos revisando nuestros teléfonos? Según Clarissa Silva, una científica que estudia el comportamiento, dice que podría ser por un deseo de validar nuestra vanidad en las redes sociales, según dijo en Insider. También podría ser una genuina e insaciable necesidad de saber todo todo el tiempo. De las dos maneras, esa dependencia digital no es sana. Otra manera es tener un uso más responsable de nuestros dispositivos y comprender para qué estamos revisando el celular.

A fin de cuentas, nadie puede regular cuánto usas las redes sociales u obligarte a que no revises tu celular. Uno mismo tiene que poder tomar esas decisiones. Si no te importa que tu teléfono suene 100 veces al día, está perfecto. Pero si te das cuenta que significa una fuente de estrés, es mejor que tomes cartas en el asunto y que recuerdes que el mundo digital siempre puede esperar.

Fuente: La Nación