Florencia Vaccari, la periodista que tomó las riendas y publicó una novela
Se trata de una autora nacional que lanzó su primer libro y promete enamorar a sus lectores.
El 1 de julio pasado, la editorial The Orlando Books presentó al público "Coral, encantada", la cautivante novela escrita por Florencia Vaccari. Según expresaron representantes de la editorial, esta obra ofrece una combinación perfecta de ritmo, secretos y amor. Diario 13 tuvo la oportunidad de conversar con la autora argentina acerca de su proceso de escritura y de su profundo amor por esta obra literaria.
Florencia Vaccari, conocida como María Florencia Vaccari, nació en Chivicoy, un pueblo de la provincia de Buenos Aires. Actualmente, se desempeña como periodista y docente, llevando consigo una pasión incansable por la escritura. Además, ha tenido una destacada trayectoria como coordinadora y directora de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Chivicoy desde 2010 hasta 2015. Durante su carrera, la autora fundó y dirigió el suplemento cultural "La Libre", un espacio para el desarrollo y la difusión de la cultura local. En la actualidad, Vaccari coordina talleres de cultura y lectura, compartiendo su amor por la literatura con aquellos que buscan adentrarse en este maravilloso mundo.
Si bien algunos de sus cuentos ya han sido publicados en diversas antologías y revistas, "Coral, encantada" marca un hito en la carrera de Florencia Vaccari al ser su primera novela publicada. Esta obra promete ser solo el comienzo de un camino plagado de letras.
Entrevista mano a mano con la autora argentina:
¿Por qué elegiste a Buenos Aires como epicentro de tu obra?
Buenos Aires me parece una ciudad fascinante, cosmopolita, maravillosa en muchos aspectos para quienes nos criamos en ciudades más chicas. Para mi generación ir a estudiar a Capital era un horizonte esperado con ansias. Era poner un pie en la gran ciudad. No importaba tanto si para trabajar o estudiar, para participar de espacios culturales o conocer gente. A Coral también Buenos Aires la deslumbra. Recorre sus calles atenta a los ritmos de la música, el tránsito, bailando en medio del caos.
¿Coral tiene algo de vos?
Coral baila y eso nos hermana de alguna manera. Las dos crecimos rodeadas de libros, ella en una librería y yo en la casa de mis abuelos maternos. Así que la lectura también nos atraviesa a las dos. Pero el resto del personaje no tiene características mías, al menos que yo identifique fácilmente.
¿Qué se siente ser autora publicada?
Una alegría inmensa. Publicar para mi es alcanzar una meta. Y el logro creo que debe ir acompañado del agradecimiento. Marcela Citterio apuesta a obras de escritoras inéditas, no es algo fácil de encontrar. Por eso lo destaco.
¿Cuáles son los principales puntos de tu proceso de creación?
Escribí esta novela en pandemia, por lo general cuando mis hijos, mi marido y hasta mi gata, dormían. Olorcito a sahumerio, mate en mano, música suave y un gran despliegue de hojas donde creaba a los personajes. Los voy identificando completamente, con un nivel de detalle que parecería innecesario, aunque luego eso no se vuelque directamente en la novela. Un poco la teoría del iceberg de Hemingway. Aprendí mucho haciendo clínica de obra con quien fue mi editora en The Orlando Books, Verónica Chamorro. Ella me enseñó mucho sobre el proceso de escritura, incluso durante la reescritura y corrección.
¿Cómo te describir como autora?
Me puedo describir más fácilmente como lectora. ¿Vale? Diría que soy una lectora voraz. Leo obras clásicas de la biblioteca familiar, acompaño los distintos recorridos lectores de mis hijos, así que en mi mesa de luz hay comics, novelas juveniles, cuentos cortos. Ahora que lo enumero de esa forma creo que en la novela aparece mucho esa diversidad. Como un guiño de intertextualidad aparece un fragmento del famoso discurso de Federico García Lorca, un paralelismo en una escena con un poema de Ernesto Cardenal, una mención a la edición de Cortázar para niños, entre otras cosas.
Coral acaba de llegar a Buenos Aires tras terminar el secundario, para estudiar en una de las academias más prestigiosas de la ciudad. Su tío abuelo, dueño de una librería en decadencia, será quien le dará el espacio que necesita para vivir y explorar su talento.
Coral baila todo el tiempo, y cuando no lo hace, es porque piensa en coreografías. Baila para encontrarse a sí misma.
Manuel también baila; pero para escaparse. Baila para huir de un pasado oscuro, signado por la violencia.
La vida de ambos está entrelazada por hilos invisibles, como la música misma. Juntos no solo encontrarán el amor, también descubrirán un oscuro secreto familiar y batallarán para salvar la vieja librería de la ruina.