Este sábado se conoció una de las noticias menos esperadas por los fanáticos del cine internacional: murió Sean Connery el actor considerado el mejor James Bond de la historia.

El intérprete cumplió 90 años en agosto último y la noticia de su deceso fue confirmada esta mañana por sus familiares a la cadena británica BBC.

Nacido en un humilde barrio de Edimburgo, Thomas Sean Connery fue el hijo primogénito de Joseph, obrero, camionero y siempre católico y de Effie, una empleada de limpieza de religión protestante. A sus 20 años un amigo lo recomendó como tramoyista en el King’s ­Theatre y entre bastidores descubrió que ese era su mundo.

Luego y por su pasión manifiesta le ofrecieron un papel como extra en la obra “Sixty Glorious Years” y de allí no paró. A los 27 tuvo su primera gran oportunidad: el director de la BBC, Alvin Rakof buscaba el protagonista masculino de “Requiem por un peso medio", y una actriz lo sugirió para el rol porque “a las mujeres les gustará”.

Mientras tantos en las librerías ya comenzaban a sonar las novelas escritas por Ian Fleming y protagonizadas por un agente secreto inglés cuyo nombre era Bond… James Bond.

Así y por su talento innegable, Connery fue el primer intérprete en dar vida al célebre agente, apareciendo en un total de siete películas entre 1962 y 1983.