Este lunes a partir de las 23 por el canal  AXN, se viene el estreno de una serie policial que es la saga de libros creados por Jeffrey Deaver y, que se centra en la persecución entre el detective experto Lincoln Rhyme y el asesino serial conocido como el Coleccionista de huesos.

El título suena conocido porque los mismos libros se utilizaron como inspiración para la película “El coleccionista de huesos” (1999), que protagonizaron Denzel Washington y Angelina Jolie. En esa oportunidad, Washington interpretaba a Rhyme mientras que Jolie era la agente novata Amelia Donaghy, que se transformaba en la compañera del brillante detective y en su representante en las calles en la cacería para atrapar al villano.

En la nueva entrega, los dos personajes aparecen con algunas diferencias respecto a la película y las novelas. Confinado y amargado, el Rhyme que interpreta Russell Hornsby (Grimm) encuentra un motivo para seguir adelante cuando el asesino regresa después de años de silencio, y Amelia -que ahora lleva el apellido Sachs-, es una policía que quiere formar parte del FBI, un sueño que parece lejano debido a sus ataques de pánico provocados por un violento incidente de su pasado.

Interpretada por Arielle Kebbel (Ballers), esta versión de Amelia no se deja intimidar por los malos modos ni la arrogancia del protagonista al que todos admiran por sus habilidades investigativas y rechazan por su dificultad para relacionarse con el mundo.

Claro que si la misantropía del policía es un recurso bastante utilizado en este tipo de series, donde Lincoln Rhyme se diferencia de muchos ciclos de su tipo es en la construcción de su villano. Desde las primeras escenas su rostro será conocido por los espectadores que más temprano que tarde también conocerán detalles de la vida del asesino. Lo que permanecerá en las sombras serán sus motivaciones y el modo en que la historia irá revelando sus secretos es una parte esencial de la trama. Por eso, la aparición del actor irlandés Brian F. O'Byrne (Mildred Pierce) en el papel del villano es una gran noticia. Desde el primer episodio queda claro que O'Byrne tiene la habilidad para encarnar las dos caras de ese hombre que lleva una vida normal cuando no se está dedicando a ser un despiadado asesino serial.

Fuente: La Nación