En San Juan todos conocen a Marcela Podda, de la radio, de la televisión o porque la recuerdan, hace muchos años, junto al presidente Raúl Alfonsín.

Con un estilo único y una personalidad fuerte y arrolladora, la entrevistada de Diario 13 San Juan comenzó diciendo sobre ella misma: “Soy Marcela Podda, mamá de Valentina y Nacho. Periodista, conductora de radio y tv. Presentadora de espectáculos”.

Desde muy chica Marcela se vinculó a los medios y los que ya tenían vasta experiencia y olfato en el ambiente, vieron en la joven una curiosidad propia de los apasionados. Acerca de su proceso como profesional y en la vida misma, la entrevistada comentó: “Creo haber evolucionado lo suficiente como para ´seleccionar mis batallas´, a mis 51 ya sé por qué cosas vale la pena luchar y cuáles no llegarán a ser ni anécdota en mi vida. Tengo claro que solo ´me peleo´ con aquellos a los que amo”, comentó convencida acerca de sus elecciones en la vida.

Luego agregó: “En cuanto a mi trabajo en los medios sigo aprendiendo, me falta un montón, me voy deconstruyendo progresivamente y en eso me ayuda mucho tener hijos adolescentes que miran el mundo con sus propios ojos. Los escucho todo el tiempo”, reconoció.

En un mundo en donde las mujeres ganaron terreno en cuestión de derechos y donde sus voces se comenzaron a escuchar, Marcela se refirió al machismo en los medios locales y dijo: “Sería  absolutamente injusto de mi parte  generalizar y considerar que los medios en San Juan son machistas. Hace treinta años que trabajo – empecé a los 19-  y desde muy joven me confiaron responsabilidades  importantes, tuve mis propios espacios, encabecé equipos y aunque en algunos de ellos era la única mujer jamás me sentí condicionada por mi género”, detalló y luego sumó: “Creo que con el paso del tiempo los medios han evolucionado también y si bien hace décadas pudo haber mayoría de varones, hoy estamos bastante parejos”, dijo convencida de su trabajo en la provincia y luego agregó que jamás pensó en irse porque San Juan es su lugar y no se arrepiente de ello.

Señalada por algunos como una “niña prodigio” que logró emocionar hasta las lágrimas a Alfonsín en una visita del flamante presidente elegido en democracia, la entrevistada comentó: “Jamás registré que ´resaltaba´! Era una alumna del montón,  con un promedio discreto y una conducta aceptable. Me llevaba materias, era malísima en matemática y la educación física, pero me gustaba cantar y tenía buena lectura a primera vista, buena dicción... y esas eran condiciones muy apetecibles en los actos escolares”, comentó divertida.

Luego recordó: “Para la visita de Alfonsín me encomendaron decir un discurso de bienvenida y entendí que era algo que podía hacer bien. Me preparé para eso, aunque con 15 años que tenía entonces, no pude mensurar las repercusiones posteriores ni cuánto iba a perdurar esa anécdota en la memoria colectiva. Pasaron muchos años hasta que me di cuenta que aquello sería parte de la historia de mi amada Normal Sarmiento y de algún modo el puntapié inicial para mi carrera”, dijo orgullosa.

Mamá y profesional, Marcela divide su tiempo y ordena prioridades y sobre el día a día en su profesión la conductora reconoció: “Navego a dos aguas entre la maternidad y el trabajo fuera de casa desde siempre.  Trabajé embarazada y mientras mis hijos fueron bebés.  Entonces contaba con la ayuda impagable de mi mamá y mi ex suegra. A medida que fueron creciendo aprendí a establecer prioridades y me organicé para estar presente en sus actividades y cumplir con las mías. Ellos saben que nuestra vida es así y ahora que ya tienen 20 y 15  convivimos armoniosamente con esa realidad”, dijo acerca de la vida con sus hijos adolescentes.

En un año especial e inesperado marcado por la pandemia del coronavirus con todas sus prohibiciones y sus consecuencias, Marcela comentó acerca de su propia experiencia: “Voy cerrando este 2020 agradecida. Estoy sana, mis hijos también. He tenido continuidad en mi trabajo todo el año...mucho más no puedo pedir. Es ante todo una cuestión de respeto a todos los que sufrieron pérdidas y están transitando su dolor”.

“Así que, como diría Amado Nervo: ´Amé,  fui amada, el sol acarició mi faz. Vida: nada me debes, vida estamos en paz´ concluyó nuestra entrevistada de “Mujeres Activas”.