Hoy Boston
En el año 2012 fuimos a Estados Unidos para visitar Boston, Washington y Nueva York en la Costa Este del país. Como dijimos antes, los medios de transporte son muy eficientes, así que nos movimos en tren para conocer cada ciudad. Vení que te contamos como nos fue en Boston.
El viaje desde el Aeropuerto John F. Kennedy hasta la estación de trenes Penn Station lleva un rato ya que tenés que hacer combinaciones en las estaciones Jamaica Station o Howard Station. Lo más práctico es tomar un bus chárter, para un servicio puerta a puerta, que te lleva a cualquier lugar de la ciudad.
Nosotros tomamos uno de esos y al pasar por Times Square a las 7 de la mañana de ese día domingo, donde los grandes carteles luminosos impactan, te dás cuenta que pasas por el corazón de la ciudad. Pero ya volveremos acá y visitaremos Nueva York con más tiempo, porque ahora tenemos que tomar un tren a Boston.
La estación Pennsylvania Station no está tan lejos y es una gran estación terminal, que actúa como centro neurálgico de transporte conectando a Nueva York con las otras ciudades ya sea vía metro o tren, convirtiéndola así en la más transitada del país, llegando a 10 millones de arribos y salidas de transporte al año.
Ya al salir con el tren ves el edificio Dewey Square con un llamativo mural que causa mucha controversia entre la población y es la de un joven en pijamas con una camisa envuelta en su cabeza. Muchas personas dicen que se parece a un terrorista y piden su eliminación.
Boston es la capital del estado de Massachusetts, una de las ciudades más antiguas del país, considerada centro económico y cultural de la región y por supuesto el set de filmación de películas como Tiburón (1975), Las Brujas de Eastwick (1987), Sabrina (1995), En Busca del Destino (1997), Amistad (1997), Una Tormenta Perfecta (2000), Río Místico (2003), La Sonrisa de Mona Lisa (2003), Red Social (2010), Son como Niños (2010), Ted (2011), Capitán Phillips (2013), El Infiltrado (2018), Pantera Negra (2018), Mujercitas (2019). Y por supuesto de series como Ally McBeal (1997), Dawson´s Creek (1998), Boston Public (2000), Boston Legal (2004), El Cuento de la Criada (2017) y varias más.
Te cuento que Boston fue fundada en 1630 por católicos protestantes de la Iglesia Anglicana de Inglaterra, conocidos como Patriarcas Peregrinos, quienes se instalaron en la península de Shawmut. Años después fundarían la primera escuela pública de los Estados Unidos, la Boston Latín School en 1635 y luego la Universidad de Harvard en 1636. También se unirían a otro grupo religioso llamado Padres Peregrinos formando una colonia hasta la creación de la provincia de la Bahía de Massachusetts en 1691. Esos primeros pobladores llamaron al lugar Trimountaine (Tres Montañas), pero luego fue rebautizada en homenaje al pueblo inglés de Boston en el condado de Lincolnshire, del cual varios eran originarios.
Durante esta época, los descendientes de las familias de Boston fueron considerados como elite social y cultural de la nación.
Pero en 1770, el Reino Unido quiso ejercer control sobre las colonias creando impuestos, lo que dio inicio a la Guerra de la Independencia de Estados Unidos. Tras esa Revolución, Boston se convirtió en un próspero puerto internacional gracias a su tradición marinera y donde sus exportaciones más habituales incluían ron, pescado, sal y tabaco.
A partir de 1820 la población de Boston comenzó a crecer y la composición étnica de la ciudad sufrió un cambio tras la llegada de inmigrantes europeos. Los irlandeses dominarían esa primera llegada, pero luego llegarían italianos, alemanes, franco-canadienses, sirios, libaneses y judíos formando así distintos enclaves étnicos. Tanto los irlandeses como los italianos traerían el catolicismo a la ciudad. En la actualidad los católicos conforman la comunidad religiosa más importante de Boston.
Gracias a su red de ríos que rodean la ciudad y la conectan con regiones cercanas, se generó una mayor facilidad en el envío de bienes entre regiones, creándose fábricas y un ferrocarril que facilitó el comercio en la región. A comienzos del 1900, Boston se mantuvo como centro de manufacturas y alcanzó notoriedad por su producción de artículos de cuero.
Con el tiempo y gracias a sus universidades, Boston se convertiría en centro de enseñanza superior en economía, electrónica, ingeniería, finanzas, tecnología y biotecnología. Pero por otra parte, la ciudad experimentó un aburguesamiento y hoy tiene uno de los más altos costos de vida, siendo de las ciudades más caras de Estados Unidos, pero con los mejores niveles de vida en el mundo.
Vamos a conocer Boston?
Una de las formas más simples de conocer la ciudad es seguir la Freedom Trail, que es un sendero que te permite visitar los principales monumentos y edificios Todo el sendero está marcado, por una línea de ladrillos rojos en el suelo y siguiendo ese camino se puede ir de un lado a otro sin problemas. El sendero tiene una longitud aproximada de 4 km y te llevará unas 2 horas recorrerlo, sin contar las paradas del camino.
El paseo comienza en Boston Commons, el parque público más antiguo del país y desde allí ves Massachusetts State House, el edificio más antiguo de Beacon Hill, construido después de la revolución en 1798. Hoy es el lugar desde donde el gobernador, los congresistas y los senadores siguen dirigiendo el Gobierno de Massachusetts. Antiguamente había un león y un unicornio, que eran los símbolos reales del Rey de Gran Bretaña y adornaban la fachada principal frente a la plaza pública. Fue aquí donde se oyeron proclamas reales, pero también donde la Declaración de Independencia anunció por primera vez el nacimiento de la nueva nación. Los bostonianos son tan orgullosos de sus raíces y su historia que es común ver por ésta zona a hombres y mujeres vestidos de época, narrando historias.
Luego está el Park Street Church y la primera iglesia de Boston, la King Chapel de 1754. Desde ahí, en 1829, William Lloyd Garrison dio un discurso condenando la esclavitud, siendo el primero que lo hizo en público.
Justo al lado está el cementerio Granary Burying Ground, donde están enterrados famosos habitantes como: Paul Revere, Peter Faneuil, Samuel Adams, Robert Treat Paine, John Hancock y los 5 muertos de la Masacre de Boston, un hecho ocurrido en 1770 cuando un grupo de muchachos locales, comenzaron a burlarse de un centinela británico una noche de marzo. El centinela golpeó a uno de ellos y la situación se tornó violenta, es así cuando llegaron marineros y obreros armados y se unieron a la confrontación armados con palos. Un destacamento de siete soldados llegó al lugar para rescatar al centinela y al cruzar la plaza, la muchedumbre los rodeó. El capitán hizo cargar los mosquetes y entre insultos y gritos uno de los soldados fue golpeado. La confusión aumentó y el centinela disparó como defensa. La mayoría de los soldados dispararon en respuesta, pensando que se había dado una orden. El capitán nunca dio una orden, pero los mosquetes sonaron. Cinco hombres murieron y varios fueron. Algunos dicen que el hecho fue el inicio de las guerras contra el Reino Unido por la independencia del país.
Un poco más allá, un mosaico en el piso, recuerda la ubicación de la Boston Latín School de 1635, donde unos de alumnos más famosos fue Benjamín Franklin, quien cursó estudios en el lugar.
Si te gusta la historia, podes continuar deleitándote por la ciudad mientras visitas Faneuil Hall, un edificio histórico conocido como Cuna de la Libertad y que en época colonial tenía el mercado principal de Boston en la primera planta y la segunda planta era utilizada para encuentros políticos. Algunos oradores fueron Samuel Adams y James Otis, que alentaban a los habitantes de Estados Unidos a independizarse del Reino Unido. Adams es considerado uno de los padres fundadores y tiene su estatua en la entrada del edificio.
El edificio construido en 1740 en estilo de mercado campesino inglés, tiene una veleta con forma de grillo en la parte superior que es un símbolo muy conocido en Boston. Se dice que para identificar a los espías británicos, las personas preguntaba que identifiquen el objeto en la punta del edificio y si contestaban bien quedaban libres, si no eran condenados.
Muy cerca está el Quincy Market, un mercado histórico construido en 1824 y nombrado en honor al alcalde Josiah Quincy. El mercado fue uno de los más grandes en Estados Unidos en la primera mitad del siglo XIX y desde sus comienzos fue utilizado como centro comercial de productos y alimentos. El Quincy Market sigue siendo un lugar de comida para los bostonianos, pero cambió de supermercado a restaurantes y puestos de comida rápida.
Así que eso hicimos, fuimos a comer.
Siguiendo Freedom Trail, está la casa de Paul Revere, héroe de la revolución, cuya casa construida en 1680 es la más antigua de la ciudad. Revere la compró en 1770 y vivió allí junto a su segunda esposa con quien tuvo 8 de sus 16 hijos. La casa hoy es un museo donde se exponen sus principales actos heroicos, sus obras de platería y sus logros. Revere es conocido por una legendaria cabalgata en 1775 para avisar a los rebeldes de Lexington de la llegada de los británicos. Revere sería capturado pero gracias a un sistema de señales con antorchas se puso en aviso a la población de la llegada de las tropas y no impidió que los revolucionarios estén en guardia para la defensa de la ciudad.
El camino nos lleva a Old North Church, el edificio construido en 1723 y considerado el más antiguo de la iglesia. Ahí se lee la frase de Revere: Uno por tierra y dos por mar, que era el mensaje que gritaba la noche del 18 de abril de 1775, que precedió las Batallas de Lexington y Concord durante la Revolución Americana. Lo particular de ésta iglesia es que dentro hay cubículos rectangulares y en cada uno de ellos se ubicaban las familias acaudaladas quienes eran las colaboradoras de la Iglesia. Frente de la iglesia está la estatua de Paul Revere.
Por último, cruzas a Charlestown, donde está el USS Constitution, que es un enorme navío de guerra de la Marina de los Estados Unidos que todavía navega. El buque fue construido en 1797 y frente al navío hay un monolito en honor a la primera batalla de la guerra de la Independencia, que tuvo lugar en este lugar en 1775 entre tropas coloniales y británicas. La batalla fue ganada por los británicos, pero 9 meses después fueron expulsados por George Washington. Este monolito, erigido en 1843, fue la estructura más alta de Estados Unidos hasta la construcción del monumento a Washington en la capital en 1885.
Universidad de Harvard
Como dijimos antes, la universidad fue fundada en 1636, es la más antigua del país y una de las más prestigiosas del mundo y se encuentra en la localidad de Cambridge al otro lado del rio Charles y solo hay que tomar el Metro hasta la estación de Harvard. Al llegar al campus, lo primero que ves es un gran jardín rodeado de edificios y la estatua de John Harvard, fundador de la universidad.
Pero la estatua tiene una trampa: John Harvard ya había muerto cuando se hizo la estatua y como no había fotografías, el escultor tomó como base la cara del estudiante de Harvard, Sherman Hoar, para inspirarse en el rostro de la figura. Existe también una creencia entre los estudiantes de Harvard de tocar el pie izquierdo de John Harvard porque dicen que trae suerte en los exámenes, así que notas que el color en esa parte del cuerpo es mucho más claro. Tampoco está de más visitar The Coop, la librería de la universidad y donde no sólo hay material bibliográfico, sino también es una tienda de suvenires donde podes comprar algún recuerdo.
Las Brujas de Salem
Un día decidimos visitar la ciudad de Salem, a unos 30 km al norte de Boston.
Al principio se llamaba Shalom en homenaje a Jerusalén y significaba Paz.
Con el tiempo, la ciudad fue conocida como Ciudad de las Brujas, así que vinimos seducidos por la historia de los juicios que tuvieron lugar en ésta ciudad en 1692 a la que también se llega en tren.
La ciudad debe su crecimiento a su puerto, que tuvo mucha influencia durante el aumento del tráfico comercial con África, India, Rusia y China, entre los siglos XVIII y XIX. Hoy la ciudad es Patrimonio Histórico Nacional y recibe más de un millón de visitantes al año.
Como era de esperar, en Salem hay museos y sitios que referencian la época de la Caza de Brujas y convierten a la ciudad en un gran negocio que atrae mucho turismo. Además, es posible que algunas historias sean ciertas, pero también existen fantasías transmitidas a través de los siglos.
La histeria de las brujas no sólo envolvió a Salem, sino también a 34 aldeas del condado de Essex, donde muchas personas eran acusadas de brujería, algunas eran colgadas y varias terminaron encarceladas a la espera de un juicio que nunca se realizaría, muriendo muchos de ellos en cautiverio.
Existieron casos siniestros donde a veces se acusaba públicamente a alguien sólo con el fin de dañarlo públicamente. Uno de esos casos fue un ministro de Salem quien fue acusado por adolescentes de ser el diablo. El tipo escapó, pero fue capturado en Maine, colgado en Salem y su cabeza removida. También está el caso del principal comerciante de Salem y su esposa, que escaparon del verdugo, pero regresaron un año después para vengarse de los acusadores y del hombre de ley que atormentaba a las víctimas acusándolas de brujería. Muchas de éstas historias se revelan en el Museo de Historia de la Bruja, donde se cuentan historias de la región, mezclada con narración en vivo, animación de figura de cera y efectos de iluminación, todo eso narrado en un oscuro sótano.
La historia de las Brujas de Salem empieza en 1692, cuando una de las hijas del reverendo Samuel Parrish, cae enferma. La chica sufre convulsiones, fiebre alta y grita incoherencias. Nadie sabe qué le pasa y la única explicación que encuentran está en el libro del reverendo Cotton Mather: Providencias Memorables, que contaba un caso de brujería en Boston con los mismos síntomas de la hija de Parrish. Poco después, más jóvenes enferman en Salem, teniendo los mismos síntomas y quejándose de mordeduras y picaduras, hablaban idiomas que nadie entendía y se retorcían, algo que a la vista de todos las hacían ver endemoniadas. Para complicarlo más, Parrish tenía una esclava traída de Barbados llamada Tituba y era quien entretenía a las niñas con leyendas y cuentos de vudú de su tierra. Como las chicas no sanaban, recurren a la única solución que les cabía en la cabeza: todo es obra del diablo y entre ellos hay brujas escondidas.
Además entre llantos, las niñas decían haber sido embrujadas por mujeres de la ciudad que de noche creaban dobles de sí mismas. El juez les creyó e inició una investigación que sumió a la ciudad en un clima de histeria colectiva, surgiendo cada día nuevos acusados. Llegaron a ser 141 personas sospechadas. ¿El resultado? Entre junio y septiembre de 1692, catorce mujeres (de entre 5 y 80 años), cinco hombres y dos perros, fueron encontrados culpables de brujería muriendo ahorcados. La colonia se sumió en la paranoia, con familias delatando a esposas, madres e hijas, que eran acusadas sin pruebas reales, de ser servidoras del diablo.
El caldo de cultivo en Salem estaba listo.
El frío invierno, el miedo a ataques de indios o animales salvajes, el clima de superstición, la extrema religiosidad, la opresión a la que eran sometidas las mujeres que mostraban algún síntoma extraño se convertía en terreno fértil para que cualquiera pensara que era cosa de brujería y otra vez se desataba la paranoia.
Por supuesto Hollywood se hizo eco de estas leyendas y no podía perderse el negocio, así que genero películas referidas a este tema: Me Casé con una Bruja (1942), Abracadabra (1993), Una Lección antes de Morir (1999), Recuento (2008), El Alucinante Mundo de Norman (2012), The Lord of Salem (2012), La Morgue (2012), La Cacería (2016) y por supuesto Las Brujas de Salem (1996)
Halloween
Como llegamos en octubre, ya había lugares donde se preparaban para recibir Halloween a fin de mes, una celebración que se ha convertido en algo tradicional no sólo en el país, sino también en otros países aunque su origen no sea para nada norteamericano.
Según la tradición, hace más de 2.000 años, los druidas, que eran sacerdotes paganos celtas, celebraban la Noche de Samhain, donde algunos espíritus volvían a caminar sobre la tierra, buscando poseer a los vivos. Por ese motivo no se encendía fuego, las casas permanecían a oscuras para evitar que la muerte tocara a sus puertas y sus dueños se vestían de forma fúnebre para evitar la atención de los muertos, de este modo se creía que en la noche de los muertos se podía seguir con vida si se pasaba desapercibido. La cultura celta abarcaba las islas Británicas, Escandinava y Europa Occidental y ésta tradición se extendió por las colonias llegando a ser una de las más populares.
De ésta forma, los celtas también celebraban el final del verano y el fin de las cosechas y con ello, el comienzo de un año nuevo. El All Hallows Eve o sea la víspera del Día de Todos los Santos. La palabra se iría deformando con el tiempo hasta convertirse en Halloween.
A pesar del origen tenebroso, lo curioso de la celebración no es su carácter lúgubre, sino la mezcla de rasgos culturales que aglutina en una fecha las tradiciones de varios pueblos. Lo cierto es que ésta mezcla de lo pagano y lo cristiano ha generado una celebración que aunque dista del origen, mantiene esa conexión en la que la muerte está muy presente.
Una de las tradiciones populares es ahuecar una calabaza y colocar una vela en su interior. El origen de ese farol llamado Jack-o-Lantern viene del folklore irlandés del siglo XVIII y cuenta la leyenda que Jack era un bebedor, jugador y holgazán que pasaba los días bajo un roble descansando. En una ocasión se le apareció Satanás para llevarlo al infierno pero Jack le retó a trepar al roble y cuando el diablo estuvo en la copa del árbol, él talló una cruz en el tronco para impedirle descender. Entonces Jack hizo un trato con el diablo: le permitiría bajar si nunca más volvía a tentarlo con el juego o la bebida. Pero cuando Jack murió no pudo entrar en el cielo debido a sus pecados en vida y tampoco pudo ir al infierno por haber engañado al diablo, pero con el fin de compensarlo, el diablo le dio una brasa encendida para iluminar su camino en la noche helada por la que debería vagar hasta el día del Juicio Final. La brasa estaba colocada dentro de un nabo ahuecado y tendría que arder por siempre como un farol.
Es por ello que los irlandeses solían utilizar nabos para fabricar sus Faroles de Jack, pero cuando los inmigrantes llegaron a Estados Unidos advirtieron que las calabazas eran más abundantes que los nabos. Por eso comenzó la tradición de tallar calabazas para Halloween y transformarlas en faroles con una vela en su interior. El farol no tenía como objetivo convocar espíritus malignos sino mantenerlos alejados de las personas y las casas.
En cuanto a la costumbre de Truco o Trato o pedir caramelos de puerta en puerta, viene de 1930 y tiene como origen una práctica que surgió en Europa en el siglo IX llamada Souling, una especie de servicio para las almas. Así que el 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos, los cristianos primitivos iban de pueblo en pueblo mendigando pasteles de difuntos, que eran trozos de pan con pasas de uva. Cuantos más pasteles recibieran los mendigos, mayor sería el número de oraciones que rezarían por el alma de los parientes muertos de sus benefactores. En esa época se tenía la creencia que los muertos permanecían en un limbo durante un período posterior a su fallecimiento y que las oraciones, aunque fueran rezadas por extraños, aceleraban el ingreso del alma al cielo.
La práctica se trasladó a Estados Unidos como un intento de las autoridades por controlar el vandalismo que se producía la noche de Halloween. A fines del siglo XIX, algunos sectores de la población consideraban la noche del 31 de octubre como un momento de diversión a costa de los demás. Los actos consistían en bromas pesadas como enjabonar ventanas o derribar cercos y esto derivó en crueles actos contra personas y animales, por no hablar de un punto máximo que se generó desde la década de 1920 con las masacres perpetradas por los enmascarados del Ku Klux Klan.
Es por ello que los grupos de la comunidad comenzaron a proponer alternativas de diversión familiar para contrarrestar el vandalismo como concursos de calabazas talladas y disfraces para niños y adultos. Así proponían retomar el espíritu de los primeros cristianos que iban casa por casa disfrazados o con máscaras ofreciendo una sencilla representación o un número musical a cambio de alimentos y bebidas y luego derivó en dulces y caramelos.
La casa delgada de Salem
En Salem, frente al antiguo cementerio hay una casa muy angosta que nos llamó la atención, similar a una casa angosta que existe en San Telmo, Buenos Aires, llamada La Casa Mínima.
Pero porque esta casa fue construida con apenas 3,5 mts de ancho? por falta de espacio? No, sólo para fastidiar a un hermano.
El nacimiento de la casa se remonta a tiempos de la Guerra Civil estadounidense. Uno de los hijos de una familia acaudalada decide alistarse para combatir en el bando de la Unión en pro de la libertad y fin del esclavismo. En el ejército sirvió durante cuatro años y contra todos los pronósticos, sobrevivió.
Cuenta la leyenda que durante su ausencia, su hermano había decidido vivir cómodo y lejos de los combates y construyó una gran casa en el terreno que pertenecía a ambos y por supuesto no esperaba que su hermano volviera vivo, pero lo hizo.
A su regreso, el hermano se dio cuenta de la situación y decidió vengarse de la única manera que podía: aprovechó el poco espacio que quedaba libre para construir ahí una casa muy estrecha que bloqueara la entrada trasera y las ventanas laterales de la mansión de su hermano. Así nació uno de los íconos de Boston, al que también se conoce como la Casa del Rencor, por el conflicto entre hermanos.
Como anécdota final te cuento que una noche salimos a cenar por la ciudad y entramos a uno de esos lugares de comida rápida, donde el baño para clientes estaba en la planta baja, ya que los del piso superior estaban cerrados por el horario. Recordemos que la cena acá es alrededor de las 7 de la tarde. El tema es que mientras estábamos comiendo, un hombre de aspecto descuidado, barba espesa y sucio, entró al local empujando uno de esos carritos de supermercado con un montón de cosas encontradas en la calle y se fue derecho al baño, al que entró con su carro. Después de un largo rato, salió, cerró la puerta y se fue del local, en el mismo instante en que entraba al mismo baño un joven y que apenas abrió la puerta, entre arcada y con intenciones de vomitar exclamó: ¡Yisus!
La escena fue divertida pero nadie se animó después a entrar a ese baño después.
Pero hasta acá llegamos hoy con nuestra visita a Boston.
La próxima semana visitaremos la señorial ciudad de Washington, así que preparate porque hay que caminar mucho si queres conocerla. Te esperamos
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