Hoy Estados Unidos – Florida II
El estado de La Florida es tal vez uno de los más visitados de Estados Unidos. Ya la semana pasada nos dimos una vuelta por la costa del Atlántico hasta llegar a Key West, el punto más austral del país. Hoy nuestro paseo sigue por la Costa del Golfo de México.
Camino a Key West
Yendo al sur de la Florida, llegas a la zona de los cayos, que son una cadena de unas 1.700 pequeñas islas conectadas por la R1 llamada Overseas Highway que es una autopista de 180 km de extensión terminada en 1912 pero debido a un fuerte huracán en 1935 la ruta sufrió graves daños y se realizó una nueva que conecta Miami con Key West, el punto más austral de Estados Unidos. Algunos puntos clave del recorrido son Key Marathon, Isla Morada o Lower Matecumbe. Al atravesar los diferentes pueblos, vas a disfrutar otro ritmo de vida, opuesto a lo vertiginoso de Miami. Si bien es posible viajar hasta allí en avión o bus, lo ideal es alquilar un auto, vivir esta experiencia y tal vez visitar alguna de esas islas donde encontras playas casi deshabitadas poco profundas, a punto tal que recorres 200 metros con el agua hasta los tobillos. La distribución de las islas les da carácter único, ya que están ubicadas entre Golfo de México y Océano Atlántico, lo que le dá tranquilidad a las aguas, sobre todo aquellas con orientación oeste, que se muestran cristalinas y calmas.
Sobre el final del recorrido encontras el viejo puente Siete Millas, que aguanta el paso del tiempo, mientras las autoridades buscan la fórmula para salvarlo del derrumbe definitivo. El cine le dio mayor fama gracias a película como Mentiras Verdaderas (1994) con Jamie Lee Curtis y Arnold Schwarzenegger.
Al llegar a Key West o Cayo Hueso, porque los colonizadores encontraron huesos humanos te das cuenta que llegas a un paraíso. Es el lugar más cercano a Cuba, donde llegan balseros en busca de refugio. A lo largo de la historia fue albergue de piratas, buscadores de tesoros, exploradores, pescadores y hoy es un destino turístico privilegiado por su encanto. Key West es conocida por recibir personajes conocidos como Henry Flager (empresario de ferrocarriles), el presidente Harry Truman y los escritores Ernest Hemingway y Tennessee Williams.
Al llegar a la ciudad llama la atención su estilo de vida, con bares donde se escucha música country y muy cerca se ubican inmensas motos decoradas con flecos, tachas, banderas y los parroquianos, mayores de 65 años, solos o en pareja, se dedican a pasear en motos por las rutas de Estados Unidos hasta llegar a ésta hermosa ciudad para tomar sol y cerveza. Un bar famoso es The Dollar Bar, ubicado en Duval St, con estilo americano. Llama la atención por estar completamente decorado con billetes de un dólar y algunos calculan de hay más de un millón de dólares pegados en las paredes. Pero también hay pubs irlandeses, bares gays y en todos podes disfrutar de un ambiente relajado y amigable.
Duval St es una de las principales calles de Key West y la más animada, ya que en ella se encuentran la mayor parte de los bares de la ciudad. Uno de los locales más conocidos es Sleepy Joe´s, un bar que fue frecuentado por Hemingway y donde aún hay un concurso anual para elegir al hombre más parecido a Hemingway, con barba y cabello blanco.
Te invito a recorrer la ciudad, donde además de tomarte una fotografía en Southernmost Point con la emblemática boya de hormigón decorada de modo festivo o tal vez Lighthouse Museum que es un viejo faro que se mantiene en pie desde 1848, o porque no el Fuerte East Martello, una construcción de 1862 que pretendía ofrecer protección militar a la isla durante la guerra civil, pero nunca fue terminada y hoy es un museo repleto de información donde podés ver objetos de la guerra civil y algunas balsas usadas por los cubanos para huir de Cuba y el régimen castrista.
Pero también podes visitar lugares como la casa museo de Harry Truman llamada Little White House que si bien todavía es utilizada por altos cargos del país, como lugar de retiro y negocios, también es un museo abierto al público donde se muestras documentos, fotografías y muebles originales de la época.
Pero te recomiendo que visites la casa museo del escritor Ernest Hemingway, un lugar que no debes pasar por alto.
La mansión se construyó en 1851 en estilo colonial español y fue la primera casa del escritor en la cual vivió con su esposa Pauline y dos hijos. Todos los muebles que se conservan son originales ya que él fue un viajero del mundo que dejó huella en diferentes lugares. Visitá su estudio donde Hemingway escribía novelas y donde aún está su máquina de escribir que descansa sobre una sencilla mesa. Admira sus jardines y su piscina que fue un regalo de su esposa cuando el cubría la Guerra Civil Española y le gustaba nadar cada vez que terminaba su jornada. Fue la primera piscina construida de Key West, pero el problema fue el elevado costo que tuvo. Se pagaron 20.000 dólares cuando la casa había costado años antes unos 8.000 dólares. Al ver la piscina, le gustó, pero se enfadó con su esposa y le dijo: ¿Acaso me quieres dejar sin dinero? Pues bien, acá tienes mi último centavo. Acto seguido sacó una moneda de un centavo y la tiró al suelo. Pauline la recogió y años más tarde la incrustaría dentro de un cuadrado de concreto, al lado de la piscina y aún permanece allí. No muy lejos del centavo hay una pequeña fuente de donde cae agua que parece una vasija de cemento, pero en realidad fue un orinal convertido en fuente donde los gatos que viven allí toman agua.
Así es, gatos. Hemingway los adoraba y en la casa no sólo hay unos 50 gatos, sino también un cementerio de gatos con nombres extravagantes como: Mark Twain, Marilyn Monroe, Bubba, Roofer, Jimmy Stewart, Simone De Beauvoir, Amadea, Joan Crawford, Edgar Allan Poe, Pablo Picasso, Errol Flynn, John Wayne, nombres de artistas o escritores.
La historia de los gatos que viven en la casa se remonta a tiempos que el autor necesitaban gatos para que cazaran los ratones de la propiedad. Pero los capitanes en Key West tenían una vieja superstición: según ellos, los gatos de seis dedos, llamados polidáctiles, por sufrir una enfermedad genética, traían suerte. Así que le regalaron un gato llamado Snow Ball y según dicen, los actuales gatos descienden de aquél. Los gatos son los dueños y pululan por la casa, duermen en las camas o sólo caminan por el parque.
En el segundo piso del edificio hay libros de Hemingway guardados tras un cristal. Historia, Atlas y títulos de guerra, los de ficción están en Finca Vigía, Cuba. Más allá un dormitorio con una cama de madera antigua, cubierta con sábanas blancas, donde duermen dos gatos. Uno persa y otro negro. Uno se llama Orson y el otro Capote. Mientras por ahí caminan Dillinger, Al Capone, Djuna, Getrude, todos capos de la mafia.
Hay una película que tiene referencia al Museo Hemingway y se llama “The Leisure Seeker” que son dos jubilados: Donald Shuterland y Helen Mirren que viajan hasta Key West en su casa rodante. Los dos con problemas de salud. Una verdadera historia de amor.
De Key West no te podés ir sin ver el atardecer en Mallory Square, una plaza frente al mar junto a Duval St, donde además de ver la puesta de sol disfrutas una feria de artesanías, artistas callejeros, payasos, magos y músicos locales que se reúnen acá desde los años 60 y donde podes comer pescados y mariscos hasta llenarte y de postre disfrutar del famoso Pastel de Lima de Key West. Una delicia.
En términos generales, Florida es una buena decisión si lo que te gusta es viajar. El estado hay tanto para hacer que de verdad te falta el tiempo para todo.
Pero dejamos Key West junto a Wayne y Ruthanne y vamos a recorrer más de Florida, pero esta vez vamos por su lado oeste en el Golfo de México.
Nuestro primer destino es Naples y hay varias formas de viajar y en todos hay que tener paciencia. Si vas en auto, tardas 5 horas, volviendo por Highway Overseas y luego cruzar al lado oeste de Florida después de recorrer 400 km. También podes hacer el recorrido en bus pero tardas 15 horas, llegas a West Palm Beach, combinas buses, con suerte llegas en el día. La última forma de viajar es en ferry y también demoras 5 horas hasta llegar al puerto de Naples, pero puede ser más divertido., ya que cruza todo el Golfo de México.
Al llegar te dás cuenta de los señorial de la ciudad donde los ricos instalan sus mansiones. Tiene aires de pueblo pequeño, con imponentes casas, inmaculados jardines y tranquilas calles. Todo parece un set de filmación.
Es un lindo destino para quienes buscan un lugar tranquilo, pero te aviso que es caro. Es una de las ciudades donde el metro cuadrado es el más caro de Estados Unidos y el destino elegido por muchos millonarios para retirarse. Las playas de Vanderbilt y Bonita son las más visitadas, con arenas blancas y al estar sobre el Golfo, sus aguas son más claras que en Miami. Muchas de ellas son privadas pero hay playas públicas y gratis.
Por la noche, la vida se traslada a la Quinta Avenida, rodeada en ambas manos por palmeras iluminadas con luces amarillas, tiendas de primeras marcas, galerías de arte, restaurantes y el centro comercial Miromar Outlets, similar a los de Orlando, pero más ordenado.
Si seguimos al norte, a 60 km llegamos a Fort Myers, con gloriosas playas, vida salvaje, tiendas, atracciones e historia. Acá se establecieron Thomas Edison, creador de la lámpara eléctrica y Henry Ford, fundador de Ford Motor Company, amigos entre sí y muchas veces compartían vacaciones juntos, ya que sus residencias de invierno estaban una al lado de la otra y hoy son museos. La ciudad fue fundada en 1886 y en agosto de 2004 fue golpeada por el huracán Charley que tenía categoría 4. Un año después llega el huracán WIlma que toco tierra en la cercana Naples, pero Fort Myers también sufrió graves consecuencias.
En ésta zona existen pequeñas islas a las que sólo se accede por botes y cada año las islas se llenan de nidos de tortugas desde donde los bebes harán su primer viaje a la región del Golfo para llegar al mar y donde estarán atentas las aves migratorias, dispuestas a disfrutar un gran banquete.
Frente a las Fort Myers se encuentra la Isla de Sanibel, para muchos un lugar digno de una postal. Especial para disfrutar en familia, recorrer playas, ver mansiones o tal vez despuntar el vicio en alguna cancha de golf. Todo muy top.
También está Boca Grande, rodeada de pinos, más allá está Captiva Island, donde se puede navegar, andar en bicicleta, estar relajado tirado al sol o solo disfrutar de Cayo Costa al que solo se puede llegar en bote y donde se multiplican las hamacas colgadas a las palmeras.
Nuestros amigos suelen venir cada invierno a Longboat Key en Sarasota, a 100 km de Fort Myers, que es una unión de largas islas que corren a lo largo del golfo y conectan Sarasota con Bradenton. Ellos, al igual que muchos norteamericanos se alejan de largos inviernos de los estados del norte y vienen a Florida. Fuimos a visitarlos alguna vez y siempre es un placer encontrarnos y si es en un lugar como Longboat Key, mejor.
Originalmente estuvo habitada por nativos americanos y fue explorada por los españoles Juan de Añasco y Hernando De Soto. Al principio creían que los indios eran hostiles y cuando llegaron a tierra en la isla huyeron dejando su Longboat (Bote largo) en un pantano.
Desde varios lugares se puede ver la Bahía de Sarasota y el Golfo de México y es acá donde se encuentran varios condominios, hoteles y clubes y casas de invierno de muchas personas. Las playas son amplias y de arena fina y blanca. El agua de mar, turquesa y algunas de sus playas más concurridas son Whitney Beach, ideal para estar en familia y Lido Beach, hogar de aves locales y migratorias. En el extremo norte de Longboat se conecta con Anna María Island y su tranquila playa Coquina, ideal para pasear o disfrutar una puesta de sol y al sur se ubica Siesta Key, con playas anchas y concurridas, considerada hace años como la mejor playa de Estados Unidos.
Frente a Longboat Key está a ciudad de Sarasota y a pesar de ser pequeña, tiene aeropuerto internacional, edificios históricos, jardín botánico, acuario, santuarios animales, museos y galerías de arte. A la zona se la conoce como la Costa Cultural, debido a la gran cantidad de sitios escénicos, como el Sarasota Opera, la Florida Studio Theatre, el Asolo Theatre, y el Sarasota Ballet y los festivales anuales de cine independiente.
También visitamos el Circus Museum, donde además podes disfrutar de espectáculos en vivo, pero en sus salas hay fantásticas colecciones de Velázquez, Tiziano, Rubens, Fran Hals, Sebastién Bourdon.
Por su parte, Phineas Taylor Barnum fue empresario, político y artista, muy recordado por sus célebres engaños en el mundo del entretenimiento. A pesar que Barnum también fue autor, editor, filántropo e inclusive político, su único objetivo fue “tener los bolsillos llenos de dinero”.
Barnum se inició en el mundo del entretenimiento con la compra y exhibición de una esclava ciega casi paralizada a quien presentaba como niñera del presidente George Washington y tenía 161 años. Años más tarde Barnum emprendió un tour con un teatro ambulante y cuyo protagonista era un cantante esclavo negro que escapó. Barnum se negó a devolver el dinero de las entradas vendidas y se pintó el rostro de negro para reemplazar al cantante en el escenario.
Después compraría un edificio que convirtió en sitio de exposición y ahí presento su primer gran engaño: una criatura disecada confeccionada con el cuerpo de un mono y la cola de un pez: La Sirena de Fiyi. Sus atracciones convirtieron el sitio en sala de conferencias, museo, teatro, zoológico y espectáculo de rarezas, mezclado con instrumentos científicos, escenas bíblicas con figuras de cera, animales disecados y hasta llegó a instalar un circo de pulgas, una sala de tiro, un concurso de bebés, osos amaestrados, animales exóticos vivos, nativos interpretando canciones y danzas tradicionales, magos, ventrílocuos, gigantes y enanos. El museo llegó a estar abierto 15 horas al día con 15.000 visitantes diarios, y ya entre 1842 y 1865 alcanzó los 38 millones de espectadores.
Barnum entró en el negocio del circo con 60 años de edad y años más tarde se une a su rival James Anthony Bailey para crear Barnum & Bailey Circus. A la muerte de los socios, el circo es comprado por los hermanos Ringling del Ringling Brothers Circus para formar el Ringling Brothers and Barnum & Bailey Circus, quienes hicieron presentaciones a nivel mundial hasta el 21 de mayo de 2017, fecha en que el circo hizo su última presentación, dejando de existir debido a sus problemas con la sociedad protectora de animales, el aumento de costes del espectáculo y la disminución de ventas de entradas. El espectáculo más grande del mundo que se caracterizó por el uso de animales exóticos (teniendo 40 elefantes asiáticos) llamativos disfraces y acróbatas que desafiaron la muerte, ese día cerró para siempre.
La vida de Barnum fue llevada al cine en varias películas. Una de ella fue Pandillas de Nueva York (2002) con Leonardo Di Caprio, Daniel Day-Lewis y Cameron Díaz. La otra es El Gran Showman (2017) protagonizada por Hugh Jackman, Zack Efron y Michelle Williams.
En 1948 se creó el Circus Museum donde hoy se atesoran 8.000 afiches de artistas circenses de distintas épocas, además de vestuarios de artistas, carrozas de desfile, coches de caballo, el cañón que disparaba al hombre bala y el Wisconsin, un vagón de ferrocarril privado que usaba John Ringling y su familia en sus giras por el país.
Pero tal vez la gran estrella sea una maqueta que mide 353 m2 y recrea en escala la vida cotidiana y el público que veía una función del circo en su época clásica, entre 1919 y 1938. Al artista le llevó 50 años construir la maqueta que tiene 44.000 piezas, hechas a mano. Allí no sólo hay figuras de 1.500 artistas y animales del circo y las 7.000 localidades de la época, sino también se pueden ver 152 vagones de ferrocarril decorados. Una maravilla.
Pero en otro sector de la hacienda existe el Museo Ringling de Arte, el mayor atractivo cultural de la ciudad de Sarasota y el más importante de Florida. Es un museo privado que se inauguró en 1931 con la colección privada del empresario John Ringling y de su esposa Mable. Este museo contiene en un amplio complejo cultural y recreativo, que incluye la mansión del matrimonio Ringling, sus jardines con valiosas especies, un centro educativo y un Museo del Circo. Después del fallecimiento de Ringling, el complejo pasó a ser propiedad pública e incluso su pinacoteca desde el año 2000 está bajo tutela de la Universidad Estatal de Florida.
La propiedad Ringling tiene 27 hectáreas a orillas de la bahía de Sarasota y la familia eligió este lugar por su clima cálido y en ese entonces poco conocido, para pasar los inviernos. Ringling hizo construir su mansión sobre la costa imitando el estilo veneciano, con 18 baños, 56 habitaciones, un mirador de 30 metros de alto y muelle propio. En esa época se pagó 1,5 millones de dólares.
La propiedad tiene el Teatro de Asolo de 1798, cuyo escenario y palcos se desmontaron de su ubicación original en Asolo, Italia y fueron transportados aquí. En el año 2006, se reabrió en el Pabellón de Visitantes y actualmente alberga espectáculos.
El Museo Ringling tiene 21 galerías decoradas de forma diferenciada, con exhibición de arte europeo, piezas arqueológicas de Chipre, arte asiático y contemporáneo. Incluyendo objetos decorativos, fotografías, grabados y más de 10.000 piezas. Cuenta además algunas esculturas en su jardín que copian al David de Miguel Ángel y dos fuentes monumentales: la Fuente de las Tortugas de Roma y la Fuente de Neptuno de los Jardines de Boboli en Florencia.
San Petersburgo y Tampa
Visitamos también San Petersburgo, un famoso destino para norteamericanos y europeos, así como un importante campo de batalla en la política presidencial de los Estados Unidos y una de las más grandes de Florida. Muchos la conocen como St. Pete o la Ciudad donde Brilla el Sol y por esto es un famoso destino turístico y de retiro de jubilados, especialmente para aquellas personas que vienen de Nueva York, Detroit o Chicago.
Pero fuera de ser una ciudad enorme, donde aún se debate quien fue su fundador, ya que nombran a John Williams y Peter Demens, quien hizo llegar el ferrocarril hasta la ciudad en 1888 y la nombró así en honor a San Petersburgo en Rusia, donde pasó parte de su vida. Pero eso no tiene hoy mucha importancia.
El centro es el corazón de la ciudad, con tiendas, restaurantes, bares y varios museos como el Museo del Holocausto donde se cuenta la historia de millones de personas que sufrieron durante el Holocausto a través de testimonios, documentos oficiales y fotografías.
Pero tal vez el sitio más visitado de la ciudad sea el Dalí Museum. Un museo de arte con la colección más grande de pinturas del genio fuera de Europa. El edificio es surrealista. Una mezcla de estructura de hormigón cuadrada combinado con inmensas burbujas vidriadas con forma circular, formada por 1000 paneles triangulares de cristal. Muy modernista.
No puede faltar en su interior una escalera en forma helicoidal que recuerda su obsesión con las espirales y la estructura de la molécula del ADN. El museo concentra 2.400 trabajos de Dalí, un centenar de óleos, 300 acuarelas y dibujos, fotografías, grabados, esculturas y objetos decorativos.
No puede faltar la cafetería llamada Gala donde podes degustar de tapas españolas, un gazpacho o alguna cerveza y más allá el merchandising que ofrece objetos vinculados a Dalí con imágenes en bolsos, remeras o joyas. El segundo piso está dedicado a los artistas de vanguardia, una biblioteca y un centro de pintura y desde el tercer piso se ven los jardines que rodean el museo y una catarata que se ve a través del atrio de vidrio. Vale la pena visitar los jardines ya que también hay obras que recuerdan al artista como sus relojes derretidos, los bigotes gigantes donde todos se toman fotos, un laberinto, El Árbol de los Deseos y una gruta. El museo recibe anualmente unos 200.000 turistas de todo el mundo.
En nuestro recorrido hacia el norte llegamos a la ciudad de Tampa, donde fuimos a ver un partido de baseball fuera de la temporada regular en el George M. Steinbrenner Field, un estadio donde los Yankees de Nueva York usan en primavera como sitio de entrenamiento o para realizar partidos de pre temporada. Ese día fuimos al estadio y estaba repleto. Todos los aficionados sentados y viendo un partido que, a decir verdad, no generaba entusiasmo porque era un partido preparatorio y la diversión estaba en las tribunas donde la gente festejaba y cantaba, pero después de un rato bajaban a los puestos de comidas para volver a sus asientos con grandes hot dogs y cervezas. Ese fue nuestro caso.
Tampa es la tercera ciudad más grande de Florida, detrás de Jacksonville y Miami. En el área viven casi 3 millones de personas y hay muchos sitios para visitar y varios tienen que ver con la naturaleza, santuarios de animales, jardines botánicos o tal vez disfrutar de los manatíes que llegan a las aguas cálidas del golfo. El centro de la ciudad está lleno de parques y atracciones, como Oxford Exchange y Pequeña Colombia, con muchos restaurantes.
Como sabemos, el estado de la Florida es ideal no solo para el turismo, sino también para películas. Por cierto acá se filmaron cientos de ellas, como por ejemplo: Porky’s (1982), Scarface (1983), El Guardaespaldas (1992), Ace Ventura (1994), Apollo 13 (1995), Bad Boys (1995-2020), La Jaula de las Locas (1996), Locos por Mary (1998), Armageddon (1998), The Truman Show (1998), Domingo cualquiera (1999), Monster (2002), Rápido y Furioso 2 (2003), Miami Vice (2006), Marley y yo (2008), Luz de Luna (2016) y también fue escenario de grandes series: como CSI: Miami, Dexter, Miami Vice, Blood Line.
Hoy Florida está habitado por 22 millones de personas de distintas razas, de las cuales 5 millones tienen raíces latinas y predomina el idioma español como segunda lengua, fruto de las distintas corrientes migratorias (principalmente cubana) y anualmente la invaden unos 70 millones de turistas de todo el mundo que llegan en masa a visitar playas de arenas blancas, lugares históricamente preservados, entretenimientos y Outlets con varios puestos de ventas de remeras baratas de 5 dólares.
Ya llegando a final del recorrido, hicimos noche en la localidad de Ocala, para luego llegar a la capital del estado, Tallahassee, a 250 km. Unos 350 km más está Pensacola, sobre las costas del Golfo de México, antes de cruzar los estados de Alabama, Mississippi y Louisiana para llegar a nuestro destino final: Nueva Orleans.
Pero de eso hablaremos la próxima semana. Los esperamos.
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