Una carta de tres páginas, escrita de puño y letra por el físico Albert Einstein durante la Primera Guerra Mundial se ofrece a subasta hasta pasado mañana en la casa online Nate D. Sanders.

Carta de Einstein a su amigo Michele Besso./Nate D. Sanders

En la misiva, colgada en la web de la subasta, Einstein defiende a Friedrich Adler, autor del atentado que en 1916 acabó con la vida del entonces primer ministro austríaco, Karl von Stürgkh.

La carta, fechada el 29 de abril de 1917 está escrita en alemán al ingeniero suizo-italiano Michele Besso, amigo y colaborador de Einstein, a quien éste consideraba “la mejor caja de resonancia en Europa”.

Misiva en la que Einstein muestra preocupación por su amigo científico acusado de magnicidio./Nate D. Sanders

Besso fue no sólo un amigo, sino casi un hermano mayor de Einstein. Seis años mayor que el científico, no sólo le ayudó con algunas de sus teorías científicas, sino que también se vio envuelto directamente en su vida personal: intervino en el primer matrimonio de Einstein, negoció en su nombre los términos del divorcio, y le aconsejó sobre cómo criar a sus hijos. Incluso llegó a ser el primero con quien Einstein compartió su Teoría Especial de la Relatividad.

En ella, el autor de la Teoría de la Relatividad defiende a su compañero de estudios Adler como un “hombre de ciencia altruista, tranquilo, trabajador y de buen corazón; desinteresado, calmo, de buen corazón, concienzudo, muy estimado por todos” y expresa: “Por lo tanto, deseo sinceramente interceder por él”.

Poco después de la carta, Adler fue juzgado y condenado a muerte por el atentado, pero más tarde resultó amnistiado.

La subasta de la carta parte con un precio mínimo de 22.000 dólares. En junio del año último, ocho misivas firmadas por Einstein fueron subastadas en Jerusalén por unos 190.000 euros.

Einstein. Un físico extraordinario.

La carta de puño y letra del científico incluye contenidos interesantes sobre la Teoría de la Relatividad y fue publicada dos años antes de darla a conocer.

La carta resulta una pieza valiosa porque no sólo escribió sobre la teoría que lo hizo trascender, sino que también habló sobre otros temas, como la física cuántica y la situación de su íntimo amigo Adler. El científico se alinea en la defensa de su amigo y pregunta cómo podría ayudarlo. Poco después de la carta Adler fue juzgado.

En una pequeña parte de la carta, Einstein le cuenta a su colaborador que presentó algo sobre la formulación de la teoría cuántica de Sommerfeld-Epstein ante “los reducidos rangos de nuestra Sociedad Física. Quiero escribir sobre esto en los próximos días. Civita escribió en forma crítica sobre la relatividad general. Sin embargo, pienso que está equivocado”, dice la misiva.

La preocupación de Einstein era genuina a juzgar por el espacio que le dedica a Adler. “Es una mente rabínica bastante estéril, obstinada, sin un sentido de lo real. Es muy desinteresado con un fuerte matiz de auto tortura, incluso de tendencia al suicidio. Un verdadero tipo de mártir…Acabo de recibir un manuscrito suyo sobre la relatividad donde, con la convicción de un profeta, expone ampliamente sutilezas sin valor, por lo que estoy dolorosamente atrapado en el dilema de cómo responder a eso”, reflexiona en la carta.

Le cuenta luego al ingeniero Besso que estuvo “devanándose el cerebro sobre el tema” de Adler, al tiempo que parece extenuado por no encontrar el mejor modo de responder a las hipótesis del amigo caído en desgracia. Finalmente, parece recurrir a Besso en busca de consejo ya que lo considera “mucho más prudente en asuntos humanos que yo”.

Fuente: Clarín.