Te contamos cómo reciben el Año Nuevo los diferentes cultos
Este último día de 2024, los fieles de diversas denominaciones se unen en actos de fe que refuerzan los valores de esperanza, fraternidad y crecimiento personal.
El Año Nuevo se vive como un momento de profunda espiritualidad en diversas comunidades religiosas, donde la fe, la reflexión y la renovación personal adquieren un significado central. A continuación, te contamos como lo vivencian según los diversos cultos y religiones:
La jornada comienza con una vigilia de oración, que incluye lecturas bíblicas, cantos de alabanza y un mensaje centrado en la esperanza del retorno de Cristo, eje de su doctrina. Este espacio invita a los feligreses a reflexionar sobre su preparación espiritual para afrontar los desafíos del nuevo año.
Con un servicio marcado por cantos y oraciones, se pone énfasis en la gratitud y el perdón. El pastor llama a reflexionar sobre las bendiciones recibidas y a buscar fortaleza para los retos futuros, destacando la importancia de vivir según los principios cristianos.
En una emotiva misa, se predica sobre el amor y la unidad. Los asistentes renuevan su compromiso con Dios y se unen en un mensaje de paz y solidaridad. Una oración especial por la paz mundial y la justicia caracteriza esta celebración.
Con un fervoroso culto de oración, esta comunidad celebra la renovación del Espíritu Santo. Momentos de profecía, sanación, danzas y cantos espirituales marcan una noche vibrante donde los fieles entregan su voluntad a la dirección divina, con la esperanza de un año lleno de bendiciones.
Los seguidores de esta religión afrobrasileña agradecen a los orixás y espíritus guardianes en ceremonias llenas de color y simbolismo. Con tambores y cantos rituales, piden salud, prosperidad y protección, en una fusión de espiritualidad africana, catolicismo y espiritismo.
En una reunión especial, se destaca la importancia de la familia, la paz y la bondad en la vida cotidiana. Los misioneros comparten mensajes de esperanza, alentando propósitos de superación personal y servicio al prójimo, pilares de su fe.
A pesar de las diferencias en tradiciones y rituales, todas estas celebraciones comparten un objetivo común: renovar el espíritu y recibir el Año Nuevo con esperanza y propósito. Estas prácticas reflejan la riqueza y diversidad de las expresiones religiosas, unidas por el deseo de un futuro lleno de bendiciones y paz.