Este lunes 23 de mayo, el ambiente de la música recuerda al gran maestro Atahualpa Yupanqui quien, en 1992, murió en Nimes, Francia. Nimes.

El día de su deceso, una sala llena esperaba al artista para disfrutar de sus letras y su música. Llamativamente en esa ocasión, el argentino iba a ser homenajeado a su trayectoria.

Treinta años sin Atahualpa Yupanqui

En este fecha especial, Roberto "Koya" Chavero comentó a Infobae: “La obra de mi padre tiene componentes muy importantes...Se afirma en su tierra y en las tradiciones heredadas: los ritmos, las melodías respetuosas del paisaje de origen, la universalidad de las letras con la que expresa su mirada sobre la vida, la autenticidad de su interpretación cuando se trata de un tema instrumental. El público de cada lugar del mundo en el que se presentó lo consideró como un artista de arte genuino”.

Atahualpa registró como propias unas 300 canciones de manera oficial y grabó más de 1.200: “El mensaje más importante que nos dejó fue el amor a la tierra, que no es otra cosa que amor a la vida”, expresó Chavero.

Treinta años sin Atahualpa Yupanqui

“Los ejes de mi carreta”, “El arriero”, “Duerme duerme, negrito”, “Tú que puedes, vuélvete”, “Guitarra, dímelo tú”, fueron algunas de las composiciones que volvieron inolvidable al músico.

A los 13 años, el artista decidió llamarse Atahualpa, cuando su familia había dejado Pergamino para mudarse a Tucumán y "él encontró en su nuevo nombre una forma de identidad que contenía la melancolía por el origen, pero que a la vez sería profético. Además del vínculo con el último emperador inca, Atahualpa Yupanqui significa en quechua: ¨el que viene a narrar desde tierras lejanas´", informó el portal nacional.