¡El equipo sanjuanino de básquet adaptado logró el ascenso a Primera División!
Los chicos de PRODEA demostraron de lo que son capaces y llenaron de orgullo a la provincia. Nahuel Rojas y Matías Muñoz contaron su experiencia en Banda Ancha.
San Juan ascendió a la Primera División Nacional de Básquet Adaptado y con ello, los chicos de PRODEA demostraron de lo que son capaces y llenaron de orgullo a la provincia.
Por eso Nahuel Rojas y Matías Muñoz, dos integrantes del equipo, brindaron su testimonio en Banda Ancha, en una imperdible entrevista donde contaron cómo llegaron a esta instancia y además relataron su experiencia de vida. En ambos casos, un accidente de tránsito los marcó para siempre, ya que Nahuel pasa sus días en una silla de ruedas por una fractura de columna; y Matías perdió una pierna.
Nahuel manifestó que "es muy bonito lo que pasó, muchos años trabajando con el equipo y es una locura para todos", haber conseguido el ascenso.
En el caso de Matías, expresó que "este año me integré al equipo, escuchaba que decían del ascenso, me enfoqué en el tema, me metí de lleno. Nos lo merecíamos con todo el esfuerzo que hemos hecho".
Luego explicaron que el básquet adaptado es "duro, agresivo, se necesita fuerza, resistencia", y que "buscábamos mantenernos en segunda, pero pasando el tiempo nos fuimos haciendo más fuerte y decidimos ir por el ascenso, se logró trabajando en equipo".
"Es más un deporte que rehabilitación".
"Si uno no está bien preparado, es agotador"
"Jugamos los 12, 13, porque es un deporte que exige mucho, es mucho movimiento de brazo, esfuerzo".
Los partidos que los llevaron a la gloria se jugaron en La Matanza. Por eso los chicos hicieron un análisis de lo que fueron estos encuentros. "Han sido bastantes duros, el último lo perdimos por dos puntos de diferencia, fue el más duro, lo estudiamos pero no todo sale como uno lo planea. Los otros dos partidos anteriores lo hicimos bastante bien y lo ganamos por mucha diferencia", explicaron.
El plantel llegó a San Juan este lunes por la mañana y hubo una gran recepción. Al respecto Matías dijo que "fue muy linda, inesperada, toda la familia estaba, amigos del club, de cada uno de los chicos. Había espuma, globo, papel picado, a mí me emocionó". En tanto que Nahuel contó que también hubo caravana alrededor de la plaza.
"En este deporte el objetivo que teníamos era ir a pelear y ascender", dijo Matías.
Matías, perdió una pierna en un accidente en moto pero no se dio por vencido y salió adelante
"El año pasado en febrero tuve un accidente, volvía hacia mi casa en moto y un hombre alcoholizado me chocó de costado. Tuve fracturas expuestas y encima caí en un canal en el que el agua contaminada me infectó la pierna. Los médicos trataron de salvarla, pero para evitar que afectara otros órganos la infección tuvieron que amputarla. Tenía 21 años, cumplí mis 22 dentro del Hospital", relató.
Luego relató cómo fue superarse desde aquel momento, y cómo fueron sus inicios en el básquet adaptado.
Nahuel, tras un accidente en moto quedó en silla de ruedas y hoy brilla en el deporte adaptado
"Tuve un accidente el 27 de diciembre de 2018. Tenía 19 años, iba en moto y se me cruzó una combi, según me contaron porque yo no recuerdo el accidente. Caí y me quebré la columna. Tengo una lesión medular. Estuve internado 3 meses, dos operaciones, fue bastante duro. Estuve un mes con el cuello ortopédico, quieto, me movían cuerpo entero de costado a costado", relató sobre el momento que le cambió la vida.
"A Mati (por su compañero) le falta una pierna y yo las tengo pero no uso ninguna, no tengo estabilidad". El joven hizo rehabilitación en su casa durante 10 meses, hasta que su fisioterapeuta Paula le dijo que practicara un deporte, y terminó practicando básquet adaptado: "me gustó la unión que había con el equipo, me quedé, me volví loco".
Cómo sumarte a PRODEA
Los chicos entrenan en el Club Urquiza, tres veces por semana, en horario de 14 a 16. Si no, pueden contactarse por medio de INSTAGRAM a través de la cuenta de PRODEA.
"Todo empieza con aceptarse y la vida es más fácil".
doble orgullo