La algarabía de cientos de hinchas argentinos se hizo sentir desde temprano. Con varias horas de anticipación, sanjuaninos y visitantes se acercaron hasta donde el vallado se los permitía. Cantaron, llevaron banderas, gorros y camisetas, y solo esperaban ver a la Selección más o menos de cerca, pero eso no pasó. Con muy mal tino, la organización desvió el colectivo que trasladaba a los jugadores y la gente estalló de furia. Así de convulsionada fue la llegada de la Scaloneta a San Juan.

Las fuertes ráfagas de viento fueron detalle menor comparado con la entrada al Hotel Del Bono de la Albiceleste. Es que la concentración de hinchas se apostó desde temprano sobre Avenida Ignacio la Roza, y el micro hizo su entrada a la concentración por Avenida Libertador. Lo que sucedió era de esperarse… los cientos de hinchas rompieron el vallado policial y fueron hasta el lugar destinado para que la prensa trabaje con comodidad.

Al bajarse del colectivo totalmente ploteado, Messi y sus compañeros retribuyeron el amor que les hacía llegar los sanjuaninos, con una mano extendida. Así entraron uno por uno al hotel. ‘Dibu’ Martínez, De Paul y ‘Cuti’ Romero fueron los más efusivos. Pese a la lejanía, entre valla y el alojamiento, la comunión entre la hinchada de la celeste y blanca y la Scaloneta, se hizo sentir en San Juan.