Comenzó perdiéndolo casi desde el vestuario, intentó llegar al empate durante todo el primer tiempo y el segundo. Lo logró, y fue por más y también logró darlo vuelta. River le dio vuelta el partido a Estudiantes, venciendo en Córdoba por 2-1 y se quedó con la Supercopa Argentina 2024.

El Millonario consiguió su tercer Supercopa, tras haberlo hecho en 2017 y 2019. Este martes 13 de marzo, la final la disputaron el Millonario y el Pincha en el Estadio Mario Alberto Kempes y el que terminó gritando campeón y festejando fue el equipo que estuvo casi todo el partido en desventaja.

A los 3’, Javier Correa puso en ventaja a Estudiantes, propinándole una piña de arranque al equipo dirigido por Martín Demichelis. De ahí en más, el partido se desarrolló con un Millonario atacando en búsqueda del empate, pero no lo logró porque se topó con el arquero rival, Matias Mansilla.

En el segundo tiempo, el equipo de Eduardo Domínguez intentó salir un poco de la cueva e ir en búsqueda del segundo, para ganar en tranquilidad. Sin embargo, ni River lo empataba ni el Pincha aumentaba la diferencia en el marcador. Mansilla siguió tapando pelotas de gol, ahogando los gritos millonarios, hasta que, en una jornada fortuita, tras un disparo de Solari que rebotó en Zaid Romero, a los 80’ del complemento llegó el tan ansiado empate.

River se lo dio vuelta a Estudiantes y gritó campeón en Córdoba

Lo que siguió en el encuentro fue a un Estudiantes tratando de ir nuevamente por el gol de la victoria. Carrillo aguantó pelotas de espaldas y hasta creo una chance con un remate desde afuera del área, pero no llegó el grito sagrado. Finalmente, tras un saque lateral rápido, el Diablito Echeverri se la alcanzó a Rodrigo Aliendro que con un zapatazo desde afuera del área logró vencer a Mansilla, marcando el gol del campeonato par el Millonario a los 92’, cuando faltaban por jugarse 3’.

Tras el pitido final de Yael Falcón Pérez, River se desahogó. Las lágrimas de Aliendro, quien busca su mejor versión, la cual supo mostrar en 2023, lloró mirando a la hinchada mientras llevaba en andas a su hijo, al igual que Demichelis que lo vivió intensamente y en el final se lo vio notablemente emocionado.