El delantero de Independiente Martín Benítez expresó ayer que no se guardó "nada" en las dos finales de la Recopa Sudamericana, en la que falló el penal ante Gremio, de Brasil, durante la serie definitoria y que le valió la caída a su equipo antenoche.

"Lo único que quiero decirles es que no me guardé nada en estas dos finales. Dios es fiel y siempre lo va a ser", escribió el futbolista en su cuenta de Instagram.

Benítez pateó el quinto penal de la serie frente al conjunto brasileño en el estadio Arena do Gremio pero el arquero local Marcelo Grohe se lo atajó y así Independiente cedió la copa internacional al caer por 5-4 por esta vía.

"A veces diríamos por qué me pasa a mí, ¿no? Pero al llegar a tu casa y que te esté esperando alguien que amas con todo tu corazón en esta vida, y por ahí ella no estaría entendiendo qué pasa, pero entendió todo. Me vio y me dio lo que más necesitaba en este día, que era su abrazo. Y fue así, es lo que Dios me dio para estos momentos...", aseguró Benítez.

"Es fácil subir fotos cuando todo está bien, pero el fútbol es así. Ver cómo dimos todo y no nos guardamos nada de nada también me llena de ganas de seguir y no bajar los brazos. Y que hasta mi último partido en Independiente voy a dar todo porque amo este club. Gracias por los mensajes de apoyo", concluyó.