La continuidad de Fernando Gago en Boca pende de un hilo. Tras la dolorosa eliminación que dejó al club sin competencias internacionales en 2025, el entrenador se quedó sin respaldo. Ni el Consejo de Fútbol, encabezado por Juan Román Riquelme, ni el plantel parecen sostenerlo. Tampoco los hinchas, quienes dejaron en claro su descontento con una Bombonera que estalló en cánticos de reprobación.

La situación parece irreversible. No hay una idea de juego clara, el equipo no encuentra regularidad y las decisiones del DT en momentos clave fueron cuestionadas tanto dentro como fuera del club. La falta de una formación estable, las constantes modificaciones en el equipo titular y la polémica gestión del plantel desgastaron la relación de Gago con sus dirigidos.

Pero lo que más irritó fue su reacción tras la eliminación. Sus declaraciones frías y distantes, lejos de calmar los ánimos, solo avivaron el enojo de los hinchas. “En el fútbol, generalmente, se pierde. Esto es una cuestión lógica”, sostuvo el entrenador, en una frase que cayó como un balde de agua fría en la parcialidad xeneize.

Dentro del club, la evaluación del ciclo es lapidaria. “El equipo no jugó un solo partido bien desde que llegó”, sostienen puertas adentro. Las lesiones constantes, el desconcierto táctico y la falta de una identidad de juego hacen que el futuro del DT parezca sentenciado.

Este viernes, ante Rosario Central, Boca jugará un partido que podría ser determinante. Si es que Gago llega a dirigirlo.