La vida de Mauricio Escudero es bastante agitada. A la tarde se pone los cortos para dirigir la práctica de su querido Árbol Verde (milita en la Primera División del fútbol local). Termina y sale a las corridas para cambiarse y transformarse en inspector de la Municipalidad de Rivadavia. 

Termina a la madrugada y vuelve a su casa agotado. Cena, se recuesta unas horas y repone pilas. Cerca de las 4 de la mañana sale hacía la feria, carga la camioneta y empieza el reparto de frutas y verduras. 

'Duermo tres horas por días y hay veces que no duermo', cuenta el 'Bicho'. No descansa y eso por momentos le pasa factura, 'algunas veces llego casi dormido a mi casa. Pero bueno así es mi vida, trabajar y trabajar para llevar un plato de comida a mi casa'.

El técnico contó como reparte sus horas durante el día, 'en la tarde voy a dirigir Árbol Verde, el club de mis amores. El fútbol es mi pasión. Termino y salgo a las disparadas para la Municipalidad de Rivadavia. Soy inspector y en mi camioneta acompañamos a los recolectores durante la noche. Cuando finalizo ese trabajo, llego cansado a mi casa, como algo y duermo unas horitas. Me levanto a las cuatro de la mañana y parto para la feria. Ahí cargo la camioneta hasta el pecho de verduras y frutas y salgo a realizar el reparto. Termino al medio día y luego me voy a una finca a buscar tomates para llevarle a unos clientes en la feria. Llego, almuerzo y me voy al club. Así es mi vida, pero me sirve para despejar y mantener mi cabeza siempre ocupada'.  

Los últimos meses no fueron fáciles para el ex DT de Picón y Rivadavia. "Se me fundó la camioneta, mi herramienta de trabajo y después me separé. Pero con ayuda de mi familia salí adelante. Empecé a ocupar el tiempo en trabajo y eso me distrajo", sostiene el ex técnico de Picón y Rivadavia.

El 'Bicho' (así le dicen sus amigos) trabaja día y noche sin descanso para poder mantener a sus hijos y para cumplir un sueño, 'mi deseo es poder dirigir a un nivel más alto el día de mañana'.