San Martín fue goleado en su casa por un Quilmes eficaz
Por la fecha 7º, el Verdinegro cayó en el Hilario Sánchez por 3-0 frente a un Cervecero que fue contundente y no lo perdonó.
Por la fecha 7º de la Primera Nacional, San Martín recibió un duro golpe de parte de Quilmes. El Verdinegro, que sigue siendo puntero de la Zona A, fue goleado en su casa por el Cervecero en una noche de viernes para el olvido, ya que no mostró su mejor versión, sufrió la eficacia de su rival y lamentó la falta de puntería en el área rival.
En un buen marco en el Hilario Sánchez, el equipo de José María Martínez, arrancó bien, pero el equipo bonaerense fue ganando confianza y avisó con un remate de afuera del área que desvió muy bien Matias Borgogno, quien la mandó al tiro de esquina. Justamente, de ese córner, llegó el primer grito de la noche sorprendiendo a todo el estadio. A los 12’, Tomás González cabeceó y marcó. 1-0 y a remarla Verdinegro.
El primer tiempo transcurrió con un equipo sanjuanino que intentó ser ordenado y atacar, pero no logró ninguna de las dos cosas. En cambio, el Cervecero con muy poco: orden y y contundencia, cerró mejor la primera parte.
Ya en el complemento, San Martín fue más agresivo y escaló por ambas bandas en ataque, pero los centros quedaron cortos o fueron a las manos de Esteban Glellel. Hubo un potencial penal a favor del local, que el árbitro Pablo Giménez, consideró que no era. Luego, los dirigidos por Martínez estrellaron dos pelotas en el travesaño en la misma jugada, pero el empate no llegaba.
Para colmo de males, el 7 cervecero comenzaba a construir su noche. A los 63’, el delantero marcó el segundo de su equipo y de su cuenta personal. El Verdinegro siguió atacando, pero no se le caía una idea y los minutos pasaban, sin que llegara el descuento, que mereció tener.
La goleada se terminó de consolidar cuando nuevamente González mojó. A los 74’, el delantero de Quilmes finalizó un contrataque de la mejor manera: con la pelota teniendo destino de red.
Lo que siguió fue un partido liquidado con un San Martín desdibujado y un Cervecero más que conforme con el resultado, por lo que cerró líneas y fue ordenado hasta el pitido final del árbitro. Ni siquiera en una de las últimas del partido, el Verdinegro pudo llegar al gol, y la noche se cerró con una goleada de viernes para el olvido.