La tarde-noche de este domingo en el Estadio Hilario Sánchez se vivió a pura emoción y polémica. San Martín de San Juan logró una sufrida victoria global de 3-2 ante All Boys, sellando su pase a las semifinales del Reducido de la Primera Nacional. Sin embargo,

El encuentro comenzó con All Boys en ventaja gracias a su triunfo 2-0 en el partido de ida. Pero en el minuto 78, la historia cambió radicalmente. Maxi Casa descontó para San Martín tras una polémica jugada en la que el ‘Pulpo’ González asistió al delantero, acción que los visitantes reclamaron como mano. Este gol desató una serie de conflictos que encendieron la noche sanjuanina.  

Con el global igualado 2-2, el Verdinegro logró su segundo gol en un final frenético. La algarabía local contrastó con la frustración y enojo de los jugadores de All Boys, quienes perdieron la compostura en los últimos minutos. 

Los amonestados de All Boys:

El árbitro Fabricio Llobet tuvo una jornada complicada, mostrando tres tarjetas rojas a jugadores porteños:  

- Franco Toloza, quien había anotado el primer tanto de la noche, fue expulsado en el minuto 81 por una agresión detectada en medio de un tumulto.  
- Juan Salas vio la roja en el minuto 88 cuando All Boys buscaba desesperadamente igualar el marcador con un córner.  
- Jonathan Ferrari, capitán del equipo, también fue expulsado por una dura falta y posteriores recriminaciones al juez.  

Doisturbios hacia el final del partido entre San Martín y All Boys.
Disturbios hacia el final del partido entre San Martín y All Boys, tercer parte.

Los últimos minutos estuvieron plagados de interrupciones, empujones y gestos provocadores hacia la hinchada sanjuanina. Incluso, al término del partido, hubo agresiones verbales y físicas que requirieron la intervención de la Policía para calmar los ánimos.  

Disturbios hacia el final del partido entre San Martín y All Boys, segunda parte.

El capitán de All Boys, Jonathan Ferrari, expresó su descontento tras el partido: “Fue una vergüenza. Todo inclinado para ellos”. Por su parte, la hinchada local celebró eufóricamente la clasificación de su equipo, aunque los incidentes opacaron en parte el triunfo.  

San Martín avanza a las semifinales del Reducido y sigue soñando con el ascenso. Este episodio, una vez más marcó nuevamente la necesidad de evitar la violencia, tanto en el campo de juego como en las tribunas. Lo que debía ser una fiesta deportiva terminó con disturbios que empañaron el espectáculo.