Durante la campaña en la cerrera a la presidencia, Javier Milei afirmó en reiteradas ocasiones que antes de aumentar un impuesto, se “cortaría un brazo”. Sin embargo, desde el entorno del ministro de economía del libertario aseguran que están bajo análisis las distintas variantes para la actualización del impuesto a los combustibles.

Mientras mayor sea la actualización, mayor será el impacto en la inflación, pero también mayor recaudación para el Estado, algo que Milei mismo se encargó siempre de combatir y demonizar. Las empresas petroleras descartan la idea de que exista una nueva prórroga, algunos referentes del sector afirman que si la suba del impuesto es gradual, no habrán recursos para alcanzar la meta de déficit cero.

Por el momento todo indica que a partir del 1 de febrero se aplicaría un nuevo incremento de entre el 20% y el 25%. Raúl Castellanos, presidente de la Cámara de Empresarios de Combustibles, afirmó en diálogo con el medio Cadena 3 que "Es un hecho que va a haber un aumento, lo que no se sabe es si se va actualizar la totalidad del atraso o solamente una parte y al cabo de dos o tres pasos se va a ir regularizando".

De realizarse el incremento sería un aumento más en los impuestos que pagan los argentinos, para financiar el Estado, en particular supondría un aumento del 25% (si se actualiza el gravamen de manera total) para los combustibles, que se sumaría al 27% que sufrió en enero.