En San Juan las altas temperaturas ya comenzaron a sentirse. Esto, a pesar de que aún no llega el verano. En este contexto, la demanda de personas que necesitan instalar aires acondicionados o hacer mantenimiento a equipos que ya están instalados, comenzó a aumentar. Juan Robles, es instalador de aires acondicionados y dijo que este trabajo cuesta más del doble que en 2022. Comentó que la instalación de un equipo de 3.500 frigorías, que es el más se instala en las viviendas, cuesta al menos $110.000. “Esto hoy, porque está subiendo permanentemente los precios”, dijo el especialista.

Tener un aire acondicionado dejó de ser un lujo para los sanjuaninos. Es por esto, que Robles comentó que este trabajo no se ve afectado por la crisis económica que afecta al país. “La gente sigue instalando aires o haciendo mantenimiento de los que ya tienen, porque soportar el verano sin un aire es casi imposible. Actualmente estamos dando turnos para dentro de dos semanas, pero en unos días más seguramente el trabajo incremente y las fechas de inicio de los trabajos se extienda”, comentó y dijo que el costo de $110.000 es con materiales  y que no está incluido ahí el valor de las instalaciones eléctricas.

“Esto es sólo con la aislación y los caños. Es decir, sin la alimentación eléctrica. Si se quiere agregar ese trabajo hay que sumarle unos $10.000. Los precios están muy elevados en relación al año pasado. En 2022 este trabajo, con materiales incluidos, costaba $45.000, aproximadamente”, agregó y dijo que muchos de sus clientes, para poder costear este trabajo muchas veces optan por pagar los materiales con tarjeta de crédito para financiar.

En cuanto al mantenimiento de los aires acondicionados, Robles comentó que hacer la limpieza y control de un aire acondicionado en el domicilio, un sanjuanino gasta aproximadamente $30.000. “Cuando hay que hacer el retiro del equipo, el trabajo cuesta entre $40.000 y $45.000”, agregó y comentó que cuando hay familias que piden el mantenimiento de más de un equipo, suelen hacer un descuento. “La gente no suele pedir el descuento, pero se les hace por una cuestión de empatía. La situación está muy difícil para todos y es hay que agradecer que tenemos trabajo”, concluyó.