Pasadas las 20 de este lunes en el Centro Cívico continuaban desarrollándose las dos reuniones paritarias, tanto con docentes como con el resto de la administración pública. El factor común era el fuerte rechazo de los sindicatos al aumento del 20 por ciento en marzo, propuesta originalmente presentada por la ministra de Hacienda, Marisa López, la semana pasada.

Tanto los gremios docentes UDAP, UDA y AMET como los no docentes llevaron este lunes por la tarde respuestas negativas al ofrecimiento oficial que consiste en una mejora del 41,1 por ciento para el primer semestre del año.

Ese aumento parte del 11,1 por ciento por cláusula gatillo en los meses de enero y febrero, más un 20 por ciento en marzo y otro 10 por ciento en mayo, con el compromiso de reabrir el diálogo en julio.

La pauta inflacionaria oficial, según el Presupuesto 2023, es del 60 por ciento anual. Sin embargo, el índice de precios al consumidor del INDEC arrancó en el 6 por ciento y no hay señales de que haya una fuerte desaceleración en febrero. Por lo tanto, los sindicatos justificaron el rechazo con la intención de lograr un mayor colchón desde el primer trimestre en adelante, para afrontar lo que vendrá.

Hacienda había previsto originalmente recibir las respuestas de los gremios este martes, pero en horas del mediodía de este lunes se adelantó la convocatoria. A las 17 fue el turno de la paritaria docente y a las 19, el resto de los sectores estatales. Tres horas después continuaban las deliberaciones en un clima caldeado puertas adentro.

Según una fuente oficial, la ministra López diseñaba una propuesta superadora para acercar posiciones, siempre con la consigna de no afectar el equilibrio fiscal y de garantizar la sostenibilidad del pago de salarios en tiempo y forma.