(INFOBAE) Tras casi cinco horas de deliberaciones, la reunión entre el ministro de Economía, Axel Kicillof, el mediador Daniel Pollack y por primera vez los representantes de los holdouts finalizó minutos después de la medianoche, hora argentina, sin llegar todavía a un acuerdo.

Las negociaciones contrarreloj continuarán hoy durante la mañana, a menos de 24 horas de que venza el plazo de los 30 días de gracia con los que cuenta la Argentina para lograr que el juez de Nueva York Thomas Griesa le desbloquee los fondos y pueda así cumplir con los vencimientos de sus deudas sin caer en default y sin riesgo de que ese dinero sea embargado por los holdouts.

Al finalizar el encuentro que mantuvo con Pollack, el titular del Palacio de Hacienda se mostró sonriente y señaló que se trató de una reunión "con las partes" pero evitó dar detalles porque las negociaciones aún "están en marcha". No obstante, resaltó que está "trabajando con toda la seriedad que tiene la cuestión" e insistió con cierto optimismo: "Estamos trabajando fuerte".

Por su parte, en un comunicado, Pollack también confirmó que del cónclave participaron los tenedores de bonos que iniciaron la demanda contra la Argentina. "Fue el primer encuentro cara a cara entre las partes", resaltó el special master designado por Griesa.

"Hubo un intercambio franco de los puntos de vista y las preocupaciones" pero "los asuntos que dividen a las partes siguen sin resolverse", contó el mediador, quien agregó que las partes se encontraron durante la noche de ayer (martes) en su oficina durante varias horas.

Tanto Kicillof como Pollack señalaron que la reunión de este miércoles todavía no tiene un horario de comienzo establecido y que esa cuestión se resolvería a primeras horas de hoy. Se estima que volverán a participar los holdouts y también ejecutivos de la asociación bancaria ADEBA, quienes ayer le hicieron una propuesta al Gobierno hasta ahora no explorada para destrabar el litigio. con la participación única del sector financiero local, al que luego se sumaron las entidades extranjeras.

Kicillof llegó a las oficinas de Pollack ubicadas en pleno corazón de Manhattan a las 18:20 (19.20 en la Argentina), tomando así el liderazgo de las negociaciones que comenzaron a las 11 ( las 12 en Buenos Aires) entre el mediador y la delegación argentina integrada por la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona; el subprocurador, Javier Pargament; el secretario de Finanzas, Pablo López; y el secretario de Legal y Adminitrativo del ministerio de Economía, Federico Thea.

El encuentro pasó a un cuarto intermedio y la reunión fue retomada tras la llegada de Kicillof, quien viajó a Nueva York desde Caracas, donde acompañó a la presidente Cristina Kirchner en la Cumbre del Mercosur.

El titular de Hacienda admitió al salir del despacho del mediador que tenía "poco para comunicar" y no podía "decir más sobre los resultados". "Estamos trabajando fuerte", respondió el ministro cuando se le consultó si la reunión, que se extendió en total durante unas doce horas, había sido positiva.

El Gobierno tiene plazo hasta hoy a última hora para llegar a un acuerdo con los acreedores de títulos en default, a los que califica de "fondos buitre", y que obtuvieron una sentencia favorable del juez federal norteamericano para cobrar 1.330 millones de dólares por los bonos impagos de 2001.

Las negociaciones son llevadas adelante por el mediador Dan Pollack, nombrado por Griesa para hallar una vía de cumplimiento a su fallo, que obliga a Buenos Aires a pagar a los holdouts al mismo tiempo que lo hace a los tenedores que ingresaron a los canjes de 2005 y 2010, cuyo vencimiento del bono Discount fue el 30 de junio último, pero se dispuso de un plazo de 30 días de gracia para poder honrar ese pago, que vence al filo de este miércoles.

Ocurre que ese pago, que fue efectuado con un giro de u$s 539 millones al Bank of New York (BONY) fue congelado por el juez Griesa (los fondos permanecen en la cuenta que el BONY tiene en Buenos Aires dentro del BCRA) para proteger a los acreedores que no se acogieron al canje, pero puso al país ante un potencial cese de pagos que podría ser declarado hoy a la noche si el dinero no llega a los bonistas.

Argentina busca así llegar a un acuerdo con los holdouts para que Griesa desbloquee el pago a los tenedores de deuda reestructurada sin que se corra el riesgo de que sean embargados por los "fondos buitre".

Es por ello que Kicillof y los abogados que representan a la Argentina le reclaman al juez neoyorquino que reponga el stay (amparo) por 90 días a fin de poder cumplir con esos pagos y, a la vez, evitar que se dispare la cláusula RUFO, que gatillaría una catarata de juicios millonarios contra el país por parte del 93% de los tenedores que aceptaron los dos canjes de deuda y reclamarían que se les pague en las mismas condiciones que a los holdouts, de acuerdo al fallo establecido por Griesa, porque la cláusula -que vence el 31 de diciembre- obliga a equiparar toda oferta mejor que se realice antes de fin de año.

Ayer, en una jornada cargada de novedades, se conoció una propuesta que realizó el sector de la deuda reestructurada. En la cuenta regresiva, un grupo de tenedores de bonos que ingresaron a los canjes de 2005 y 2010 emitidos en euros pidieron a Griesa que instrumente un "stay temporario" hasta el 1 de enero de 2015, o al menos por 90 días, con el objetivo de permitir a la Argentina alcanzar una solución en el tema de los fondos buitre.

"Esta Corte puede facilitar una solución - y evitar un default potencial - mediante la emisión de un stay temporario", señaló el grupo de bonistas Euro Bondholders en el documento entregado a Griesa.

Asimismo, aseguraron al magistrado que ordenar una medida cautelar, "no perjudicará a los demandantes, o a cualquier otra persona, porque mantendrá el 'satus quo' mientras que las partes tratan con la cláusula RUFO, incrementando las posibilidades de una resolución negociada en el futuro cercano".

La propuesta de los banqueros

Horas antes de que la Argentina recaiga en un nuevo default después de 12 años, una propuesta de último momento para acercar posiciones con los acreedores puede ser la llave para destrabar las negociaciones en Nueva York.

Según supo Infobae, el titular de la Asociación de Bancos de la Argentina (ADEBA), Jorge Brito, llevó al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, una iniciativa por la cual las entidades de capital nacional aportarán una garantía por u$s250 millones para facilitar el cumplimento de la sentencia en favor de los fondos que no aceptaron la reestructuración de deuda.

Los u$s250 millones serán aportados por "todas" las entidades financieras que constituyen la Asociación. Esta alternativa tuvo una aprobación "de palabra" de los holdouts y motivó el inmediato viaje desde Caracas a Nueva York del ministro de Economía.
A cambio del depósito de los bancos argentinos, los holdouts estarían dispuestos a solicitar al juez Griesa la reposición del "stay", es decir, una medida cautelar para que la Argentina pueda cumplir con el pago de intereses de los bonos Discount en dólares bajo legislación norteamericana por u$s539 millones, bloqueado desde el 30 de junio por disposición judicial, y cuyo período de gracia concluye este 30 de julio. De no girarse los fondos en las próximas horas, la Argentina entraría en un nuevo default.