El economista especializado en Relaciones Internacionales, Marcelo Fretes, abordó en una entrevista en Canal 13 la significativa rebelión de los productores europeos y su impacto en la seguridad alimentaria y la producción de alimentos.

Fretes destacó la importancia histórica de la Unión Europea, remontándose a la posguerra de la Segunda Guerra Mundial, donde las hambrunas y los devastadores efectos de los conflictos llevaron a una reflexión profunda sobre cómo evitar futuras guerras. En este contexto, la creación de la Comunidad Económica Europea (predecesora de la Unión Europea) surgió como una estrategia para fomentar la integración económica y, en consecuencia, reducir las tensiones políticas entre los principales rivales, Alemania y Francia.

El experto explicó que la Unión Europea ha implementado planes de subsidios para su sector agroalimentario, siendo Francia uno de los países más activos en este sentido, como evidencian las protestas de los agricultores, conocidas como "tractorazos", que también se han registrado en otros países como España y Alemania. Esta política agraria ha generado preocupaciones en otros países miembros de la Unión Europea, quienes ven en ella una amenaza para su seguridad alimentaria.

Fretes resaltó un hecho curioso, mencionando que Islandia ha decidido invertir grandes sumas de dinero en subsidiar la producción de maíz en el Círculo Polar Ártico. Esta decisión se basa en la percepción de que la dependencia del continente europeo, que importa el 90% de sus alimentos, pone en peligro su seguridad alimentaria.

En este sentido, Fretes subrayó que el desarrollo de un país no se limita únicamente al crecimiento económico, sino que también se relaciona estrechamente con indicadores de calidad de vida, como la seguridad alimentaria. En este sentido, destacó que decisiones como la de Islandia reflejan la importancia de garantizar la disponibilidad de alimentos para la población como parte integral del desarrollo y el bienestar.