Las prepagas no acataron el anuncio del ministro de Economía, Sergio Massa, de suspender por 90 días el aumento de la medicina. Por el contrario, comenzaron a avisar a sus afiliados que la cuota subirá 6,97 % en octubre, sumado al 7,18% que ya se aplicó en septiembre. De esta manera, entre septiembre y octubre, los ajustes redondearían el 14%, si no hay una disposición clara por parte del gobierno.

Los referentes de las compañías dicen que lo de Massa fue un anuncio, pero como no hay decreto sobre el tema, envían los avisos a sus afiliados como les indica la normativa vigente. Además, argumentan que los costos del sector se dispararon por la inflación y la devaluación, y que necesitan actualizar las tarifas para poder seguir brindando el servicio.

Entre las alternativas que analizan está la de judicializar la medida o cobrar copagos -una situación que ya se viene dando en muchos puntos del país-, y también congelar los aranceles de los prestadores, lo que es rechazado de plano por clínicas y sanatorios. Esa última opción fue rechaza por las cámaras del sector prestador, que advirtieron que no la pueden soportar y que, de realizarse, generaría una crisis en todo el sistema.

Si la suba de setiembre se realiza, en los primeros nueve meses del año las cuotas habrán acumulado un alza de 78,1% (63,8% para aquellos que se hubieran registrado como de menos poder adquisitivo). Ese era el acuerdo al que llegaron las partes antes de las elecciones primarias, pero ahora parece haber quedado en suspenso por la decisión política del gobierno.