En un esfuerzo por fortalecer sus reservas y ampliar la capacidad de intervención del Banco Central, el Gobierno argentino está en la búsqueda de fondos por un total de 10,000 millones de dólares. Varios enfoques se están considerando para alcanzar esta meta, pero la incertidumbre que prevalece en los mercados plantea desafíos significativos.

Una de las estrategias clave implica el uso del segundo tramo del swap de monedas con China, valorado en aproximadamente 5,000 millones de dólares. El presidente argentino, Alberto Fernández, planea viajar a Beijing y obtener la confirmación oficial de su par chino, Xi Jinping.

Además, se espera que el 24 de octubre se anuncie la licitación de las bandas de frecuencias necesarias para implementar la tecnología 5G en Argentina. Tras prolongadas negociaciones con las empresas del sector, se espera que la subasta aporte alrededor de 1,050 millones de dólares, los cuales se liquidarán a través del Contado con Liquidación (CCL), un mercado en alta demanda.

Otro enfoque se centra en la expansión del concepto de "Dólar soja" a sectores adicionales, como la industria vitivinícola, tabaquera, girasol, cebada y cuero. Sin embargo, la implementación de esta medida se ha visto obstaculizada por la actual incertidumbre en los mercados y las restricciones temporales para aprovechar la oportunidad.

El 22 de octubre es una fecha clave para el país, ya que se celebrarán las elecciones, y los resultados y el comportamiento de los mercados en los días subsiguientes son inciertos. La huida de capitales y la disminución de los depósitos a plazo fijo han caracterizado el clima financiero actual, lo que plantea desafíos adicionales.

El jueves, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que la inflación en septiembre alcanzó el 12.7%. En respuesta, el Banco Central aumentó significativamente la tasa de política monetaria al 133%, con la intención de reducir la volatilidad financiera y fomentar la acumulación de reservas.

Aunque el tipo de cambio oficial se ha mantenido en 350 pesos argentinos por dólar hasta las elecciones, el panorama posterior a los comicios sigue siendo incierto. Se espera que el gobierno cumpla esta promesa y mantenga la estabilidad del tipo de cambio, con una posible reintroducción del crawling peg si el candidato Sergio Massa llega a la segunda vuelta electoral. En caso contrario, el equipo económico no ve motivos para anticipar cambios drásticos, pero reconocen que controlar las expectativas será un desafío constante.