Un hombre de 45 años, identificado como Sebastián Villarreal, fue fatalmente baleado por dos motochorros a las puertas de su casa en Córdoba, cuando se disponía a salir para dirigirse a su trabajo. Los atacantes, luego de cometer el crimen, emprendieron la fuga.

Los vecinos, que fueron testigos auditivos del dramático episodio, relataron que la víctima no opuso resistencia al robo. "Llevate la moto, pero por favor no me dispares que tengo dos hijos", suplicó Villarreal a los asaltantes. A pesar de su desesperado pedido, los agresores no dudaron en dispararle, cobrándose su vida.

Los hijos del hombre, presentes en la vivienda durante el fatídico suceso, escucharon los angustiantes momentos de su padre. "Por favor, papá, no nos dejes, fuerza por favor, quédate con nosotros", imploraban los hijos de Sebastián, según relató Olga, la suegra de la víctima.

Melisa, cuñada del fallecido, expresó su indignación ante lo sucedido, calificándolo como "una muerte innecesaria". "Le entregó la moto, le dijo que tenía hijos, y lo mataron igual. Lo que sucedió afecta a toda la sociedad. Toda la familia está viviendo con dolor y miedo", afirmó.

El subjefe de la policía provincial, Alejandro Mercado, quien se hizo presente en el lugar del hecho, sostuvo que fue un "hecho aberrante". La investigación del caso está a cargo del fiscal de instrucción Andrés Godoy, quien ha dispuesto las medidas procesales para identificar y detener a los homicidas, que, hasta el momento, continúan prófugos.