El 11 de octubre de 2021, la vida de Magalí Noelia Gómez se apagó en circunstancias trágicas. Estrangulada por su pareja, Agustín Iván Pérez, Magalí dejó atrás a su hija de 4 años y una familia devastada por su pérdida. A pesar de que la investigación judicial ha señalado a Pérez como el autor del brutal asesinato, dos años después del hecho, el femicida aún no ha sido juzgado.

El trágico episodio tuvo lugar en la ciudad de Tigre, provincia de Buenos Aires. Magalí fue estrangulada minutos antes de salir hacia su trabajo y descartada en una zanja en el barrio de El Talar. Aunque Pérez trató de simular un robo, las pruebas acumuladas señalan directamente a su culpabilidad.

Tras el crimen, Pérez fue detenido en la comisaría de El Talar, donde un médico policial constató lesiones detrás de sus orejas y en la sien derecha. A pesar de intentar alegar problemas mentales, las pruebas recabadas indican su responsabilidad en el asesinato.

El caso fue caratulado como "homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género", un delito que conlleva la pena de prisión perpetua como única condena posible. La causa fue elevada a juicio en julio de este año, y se espera que el debate oral comience en diciembre de 2023 o marzo de 2024.

La hermana de Magalí, Gisela Gómez, expresó su deseo de ver a Pérez condenado: "Quiero que le den perpetua y que quede detenido". La familia de Magalí continúa buscando justicia y espera que el proceso legal llegue a su conclusión en los próximos años.

Las pruebas recabadas, como el acceso al chat de la pareja, han confirmado que Pérez intentó simular normalidad en las horas posteriores al asesinato. En un mensaje enviado a Magalí, alegremente le deseó "buen día amor". El fiscal de la causa, Pablo Menteguiaga, consideró esto como un "montaje" y lo describió como "un hombre orientado en tiempo y espacio, frío y calculador, en control de sus actos".

La familia de Magalí Gómez busca cerrar este doloroso capítulo de sus vidas y espera que el sistema de justicia haga honor a su memoria con una condena adecuada para Agustín Iván Pérez. El femicidio de Magalí es un recordatorio de la necesidad constante de luchar contra la violencia de género y brindar justicia a las víctimas.